domingo
12 Octubre 2014
Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán
Santa Narcisa de Jesús Martillo Morán
Narcisa de Jesús Martillo
Morán no dejó nada escrito. Siempre quiso permanecer oculta ante los ojos del
mundo. Dedicaba ocho horas diarias a la oración. La acompañaban el silencio, la
soledad, el trabajo y el sacrificio.
El próximo 12 de octubre
será canonizada esta laica consagrada ecuatoriana. "No
obstante la pobreza de las informaciones que todo biógrafo lamenta, la riqueza
espiritual (...) es tan grande que resplandece a través de lo poco que sabemos
de ella", asegura Pagoli G Papasgoli, en el libro "Riscatto di un popolo" (Rescate de un
pueblo).
Como laica hizo sus votos
de virginidad perpetua, pobreza y obediencia a la Iglesia. Se sentía llamada a
permanecer en el mundo para ser fermento de bien. Dedicaba ocho horas diarias a
la oración. También practicaba actos de penitencia para unirse más a la cruz
del Señor.
Nació en un pueblo llamado Nobol de la diócesis de
Guayaquil, Ecuador. Sus padres eran agricultores y fue la sexta de nueve hijos.
Su madre murió cuando era pequeña. Era de carácter dulce. Aficionada a la
costura, al servicio doméstico, también al canto y la guitarra. La
búsqueda de una dirección espiritual la llevó a trasladarse a Guayaquil cuando
tenía unos 20 años donde llevaba una vida pobre y se alojaba en lugares
sencillos. Quiso seguir el ejemplo de la vida de la santa también
ecuatoriana Marianita de Jesús (1618 - 1645).
Sus biógrafos las
consideran como almas gemelas. "El punto de unión es la
entrega total que ellas hacen a Cristo y al prójimo. Narcisa igualmente sigue
el estado de vida laical como Mariana, además sigue la espiritualidad de
oblación y sacrificio tomando por modelo a Mariana en reparación por los
pecados de los compatriotas" Carlos Vinicio Urdiales, sacerdote ecuatoriano,
estudioso de la vida de la santa. En Guayaquil conoció
al sacerdote franciscano Fray Pedro Gual que residía en Lima.
Narcisa se encontraba sin
director y él comenzó a ayudarle espiritual y materialmente y por ello le pidió
que se trasladara a Lima donde se estableció en el Beaterio del
Patrocinio. Por haberse santificado tanto en el campo como en la
ciudad, y en su patria como fuera de ella, muchos emigrantes le tienen especial
devoción. Practicaba la caridad especialmente con los pobres y
enfermos a quienes les preparaba infusiones de yerbas con las que mejoraban.
Anheló siempre reproducir
la pasión de Cristo y realizaba sacrificios con azotes y coronas de espinas:
"Estaba firmemente persuadida de que el camino de la santidad pasa por la
humillación y la abnegación, es decir, por el sentirse crucificada con Cristo",
dice el documento de la Congregación para la Causa de los
Santos. El Concilio Vaticano I se inauguró el 8 de
diciembre de 1869.
Ese día murió Narcisita. El milagro atribuido a su
intercesión necesario para su canonización fue experimentado por Edelmira
Arellano, una niña de siete años que había nacido sin órgano
genital. Su madre fue al santuario a pedir por la salud
de su pequeña. Ese mismo día el médico aseguró que su condición física era
normal. La conclusión de quienes estudiaron el caso fue la restitución del
defecto anatómico, congénito de manera imprevista, completa y duradera,
científicamente inexplicable.
Hoy, en Nobol muchas personas se dedican
a las labores del campo o a pequeños negocios como venta de comidas o acogida
de miles de peregrinos que llegan de todos lados la hacienda San José donde
vivió y el santuario donde reposan sus restos.
"En Narcisita brillan la humildad y la
caridad, practicados en grado heroico así como la penitencia adecuada a la
época, la expiación de los pecados de su pueblo, especialmente de los
sacerdotes y el irradiar a Cristo en medio del pueblo", Monseñor Roberto Pazmiño, vicepostulador para la causa de su
canonización.
Himno
Dichosa tú, que,
entre todas,fuiste
por Dios sorprendida
con tu lámpara encendida
para el banquete de bodas.
Con el abrazo inocente
de un hondo pacto amoroso,
vienes a unirte al Esposo
por virgen y prudente.
Enséñanos a vivir,
ayúdenos tu oración,
danos en la tentación la gracia de resistir.
Honor a la Trinidad
por esta limpia victoria,
y gloria por esta gloria
que alegra a la humanidad. Amén
Tú, Señor, que te complaces en habitar en los limpios y sinceros de corazón, por intercesión de Santa Narcisa, virgen, concédenos vivir de tal manera que merezcamos tenerte siempre entre nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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12 Octubre 2014
Nuestra Señora del Pilar
Historia de la Virgen del Pilar
La tradición, tal como ha
surgido de unos documentos del siglo XIII que se conservan en la catedral de
Zaragoza, se remonta a la época inmediatamente posterior a la Ascensión de
Jesucristo, cuando los apóstoles, fortalecidos con el Espíritu Santo, predicaban
el Evangelio. Se dice que, por entonces (40 AD), el Apóstol Santiago el Mayor,
hermano de San Juan e hijo de Zebedeo, predicaba en España.
Aquellas tierras no habían recibido el evangelio, por lo que se encontraban
atadas al paganismo. Santiago obtuvo la bendición de la Santísima Virgen para
su misión.
Los documentos dicen
textualmente que Santiago, "pasando por Asturias, llegó con sus nuevos
discípulos a través de Galicia y de Castilla, hasta Aragón, el territorio que
se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza, en las riberas
del Ebro. Allí predicó Santiago muchos días y, entre los muchos convertidos
eligió como acompañantes a ocho hombres, con los cuales trataba de día del
reino de Dios, y por la noche, recorría las riberas para tomar algún
descanso".
En la noche del 2 de enero
del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando
"oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer
a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La
Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le
construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de
pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos
para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con
aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio".
Desapareció la Virgen y
quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio
comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia
en aquel sitio y, con el
concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes
que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus
discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa
María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia
dedicada en honor a la Virgen Santísima.
Muchos historiadores e
investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de
monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a
la Virgen de Zaragoza. El mas antiguo de estos testimonios es el famoso
sarcófago de Santa Engracia, que se conserva en Zaragoza desde el siglo IV,
cuando la santa fue martirizada. El sarcófago representa, en un bajo relieve,
el descenso de la Virgen de los cielos para aparecerse al Apóstol Santiago.
Asimismo, hacia el año 835,
un monje de San Germán de París, llamado Almoino, redactó unos escritos en
los que habla de la Iglesia de la Virgen María de Zaragoza, "donde había
servido en el siglo III el gran mártir San Vicente", cuyos restos fueron
depositados por el obispo de Zaragoza, en la iglesia de la Virgen María.
También está atestiguado que antes de la ocupación musulmana de Zaragoza (714)
había allí un templo dedicado a la Virgen.
La devoción del pueblo por
la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas
tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar
en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una
antigua y piadosa creencia".
Numerosos milagros de la
Virgen
En 1438 se escribió
un Libro de milagros atribuidos a la Virgen del Pilar, que contribuyó al
fomento de la devoción hasta el punto de que, el rey Fernando el católico dijo:
"creemos que ninguno de los católicos de occidente ignora que en la ciudad
de Zaragoza hay un templo de admirable devoción sagrada y antiquísima, dedicado
a la Sta.y Purísima Virgen y Madre de Dios, Sta. María del Pilar, que
resplandece con innumerables y continuos milagros".
El Gran milagro del Cojo de
Calanda (1640) Se trata de un hombre a quien le amputaron una
pierna. Un día años mas tarde, mientras soñaba que visitaba la basílica
de la Virgen del Pilar, la pierna volvió a su sitio. Era la misma pierna
que había perdido. Miles de personas fueron testigos y en la pared derecha de
la basílica hay un cuadro recordando este milagro.
El Papa Clemente XII
señaló la fecha del 12 de octubre para la festividad particular de la Virgen
del Pilar, pero ya desde siglos antes, en todas las iglesias de España y entre
los pueblos sujetos al rey católico , se celebraba la dicha de haber tenido a
la Madre de Dios en su región, cuando todavía vivía en carne mortal.
Tres rasgos peculiares que
caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:
1- Se trata de una venida
extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras
apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna
nación hizo cosa semejante", cantará con razón la liturgia del 2 de enero,
fiesta de la Venida de la Virgen.
2- La Columna o Pilar que
la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera la primera capilla que,
de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.
3- La vinculación de la
tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de
Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han
constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante
siglos la espiritualidad de la patria española.
Simbolismo del pilar
El pilar o columna: la idea
de la solidez del edificio-iglesia con la de la firmeza de la columna-confianza
en la protección de María.
La columna es símbolo del
conducto que une el cielo y la tierra, "manifestación de la potencia de
Dios en el hombre y la potencia del hombre bajo la influencia de Dios". Es
soporte de los sagrado, soporte de la vida cotidiana. María, la puerta del
cielo, la escala de Jacob, ha sido la mujer escogida por Dios para venir a
nuestro mundo. En ella la tierra y el cielo se han unido en Jesucristo.
Las columnas
garantizan la solidez del edificio, sea arquitectónico o social. Quebrantarlas
es amenazar el edificio entero. La columna es la primera piedra del templo, que
se desarrolla a su alrededor; es el eje de la construcción que liga entre si
los diferentes niveles. María es también la primera piedra de la Iglesia, el
templo de Dios; en torno a ella, lo mismo que los apóstoles reunidos el día de
pentecostés, va creciendo el pueblo de Dios; la fe y la esperanza de la Virgen
alientan a los cristianos en su esfuerzo por edificar el reino de Dios.
Vemos en Ex 13, 21-22, que
una columna de fuego por la noche acompañaba al pueblo de Israel peregrino en
el desierto, dirigiendo su itinerario.
En la Virgen del Pilar el
pueblo ve simbolizada "la presencia de Dios, una presencia activa que,
guía al pueblo de elegido a través de las emboscadas de la ruta".
Liturgia Eucarística del
Pilar:
Los textos utilizados son:
en la primera lectura, 1 Crónicas 15, donde se recuerda a la Virgen simbolizada
por el arca de la alianza, la presencia de Dios en medio de su pueblo, a través
de María, lo cual es gozo para la Iglesia. La segunda lectura (He 1, 12-14) y
el evangelio (Lc. 11, 272-28) nos hablan también de la presencia de la Virgen
en la iglesia y de las alabanzas que el pueblo le tributa. El prefacio celebra
las maravillas que Dios ha realizado en María, "esperanza de los fieles y
gozo de todo nuestro pueblo". Durante la oración colecta se pide por
intercesión de la Virgen "fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y
constancia en el amor", así como en la oración de las ofrendas, donde se
muestra el deseo de "permanecer firmes en la fe".
Antífona de entrada: se
piensa en la Virgen como "la columna que guiaba y sostenía día y noche al
pueblo en el desierto", y en el salmo responsorial se recuerda "el
Señor me ha coronado, sobre la columna me ha exaltado".
En el aleluya:
"afianzó mis pies sobre la roca y me puso en la boca una cántico
nuevo".
Domina en la liturgia la
idea de la presencia de María en la Iglesia y de la firmeza que su intercesión
y su devoción procura al pueblo de Dios.
El día 12 de octubre de
1492, precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colon avistaban las
desconocidas tierras de América, al otro lado del Atlántico, los devotos de la
Virgen del Pilar cantaban alabanzas a la Madre de Dios en su santuario de
Zaragoza, pues ese mismo día, conocido hoy como el Día de la Raza, era ya el
día de la Virgen del Pilar.
La Basílica de la Virgen
del Pilar es la mas extraordinaria que tiene España como prueba de una
antiquísima y profunda devoción por la Santísima Virgen María. Esa gran
basílica mariana con sus once cúpulas y sus cuatro campanarios es famosa en el
mundo entero, puesto que en el año 40 AD se apareció ahí la Madre de Dios al
Apóstol Santiago. La Virgen vino mientras aún vivía en la tierra. Es decir
apareció en carne mortal. Desde entonces, a través de los siglos, ha mostrado
su protección especial con repetidas gracias, milagros y portentos, ganándose
la piedad de los españoles, que le tributan culto con gran devoción.
El interior de la Basílica
es de una gran belleza y una serena grandiosidad. Toda la traza del templo está
acomodada a la idea, siempre defendida por el Cabildo del Pilar, de no mover de
su sitio la Sagrada Columna de la Virgen.
La Basílica de Nuestra
Señora del Pilar es visitada por millares de personas cada día. Son los hijos
que vienen a rezarle a su madre quien nunca los abandona.
Historia de la Basílica
Al principio del siglo XVI,
el arzobispo Alonso de Aragón, hijo del rey católico, transformó en estilo
gótico la iglesia anterior, erigida en el lugar mismo de la aparición de la
Virgen, que quedó así incluida desde entonces dentro del templo; el lugar mas
sagrado de esta capilla lo constituía y lo sigue constituyendo el que ocupa la
santa columna, su mas preciada reliquia, en la que se asienta la imagen de la
Virgen.
Por la necesidad que
se vio de cobijar a las inmensas muchedumbres de peregrinos y poder atender
mejor a los numerosos asistentes en los actos de culto, en 1681 se puso la
primera piedra del nuevo templo, donde se incluyó también la santa capilla, conservando
intacto el lugar de asentamiento de la columna de la Virgen. En 1872 se
concluyeron las diversas capillas y cúpulas, mas tarde se añadirán las cuatro
torres, la última se concluyó en 1961.
Los sitios de Zaragoza,
(1808) durante la guerra de independencia, dieron notoriedad a la devoción de
la Virgen del Pilar. Junto a su manto se reunía el pueblo buscando en ella
protección y aliento; se le representaba velando el sueño de los soldados y se
le nombró: "capitana de la tropa aragonesa". Un siglo mas tarde en
1908, la devoción a la Virgen del Pilar, afianzo su dimensión hispánica con el
tributo que se le ofreció de todas las banderas de las naciones
hispanoamericanas, que cuelgan actualmente en los muros del Pilar.
El Papa Juan Pablo II en
1984, al hacer escala en su viaje a Santo Domingo para iniciar la conmemoración
del descubrimiento de América, reconoció a la Virgen del Pilar como
"patrona de la hispanidad".
No nos podemos
olvidar la importancia que tuvo en aumentar la devoción a la Virgen del Pilar,
la guerra civil de 1936-1939. Las tres bombas que cayeron sobre el templo no
estallaron y muchos vieron en este hecho un signo de la especial protección de
la Virgen sobre las tropas nacionalistas. De toda España acudían peregrinos a
pie a dar gracias a la Virgen por haberlos librado de los peligros de la
guerra.
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12 Octubre 2014
San Gaetano Errico
San Gaetano Errico
Cayetano Errico, fundador de los
Misioneros de los Sagrados Corazones, ha nacido el 19 de octubre de 1791 en Secondigliano, antigua aldea al Norte de
la ciudad de Nápoles (Italia). Es el tercero de los diez hijos de Pascual y
María Marseglia.El padre dirige una modesta fábrica artesanal para la
producción de pasta; la madre teje felpa. Fue bautizado al día siguiente de su
nacimiento en la iglesia parroquial de los santos Cosme y Damián con los
nombres de Cayetano Cosme Damián. Asiste a la escuela comunal con dos maestros
sacerdotes, Tagliamonte y Vitagliano. A los siete años recibe
la primera comunión, y a los once, el sacramento de la confirmación. A los
catorce años pide ingresar primero entre los Capuchinos y después entre los
Redentoristas; pero el pedido es rechazado debido a la edad. A los
dieciséis años pide ser admitido en el seminario arzobispal de Nápoles.En enero de 1808 viste el
hábito talar. La familia no puede sostener los gastos para su mantenimiento
como alumno interno por lo que realiza los estudios como externo, yendo a pie
al seminario. Todos los días, entre ida y vuelta, son ocho kilómetros, con frío,
calor y lluvia, provocando la admiración de la gente que, al verlo pasar
exclama: «¡Ahí pasa San Cayetano!». En el tiempo de su formación seminarística frecuenta la escuela con
gran provecho, participa a la misa todas las mañanas, recibe la comunión, ayuda
en la casa, visita todos los jueves a los pacientes del hospital de
«Incurables» de Nápoles llevándoles algún regalo fruto de sus ahorros
semanales, y el domingo recorre las calles con el crucifijo recogiendo a los
niños para el catecismo. Fue ordenado sacerdote el 23 de septiembre
de 1815 por el Cardenal Ruffo Scilla en la Capilla de Santa Restituta, en la Catedral de
Nápoles. Ordenado sacerdote, inmediatamente se le asigna a Don
Cayetano la tarea de maestro comunal, cargo que ejerce por casi veinte años con
diligencia, atención y celo, preocupándose por enseñar, junto con la cultura, sobre
todo los principios cristianos. Se dedica con amor al servicio pastoral en la
iglesia parroquial de los Santos Cosme y Damián. Desarrolla su
actividad apostólica en cuatro direcciones: anuncio de la Palabra, ministerio
de la reconciliación, asistencia material y espiritual de los enfermos,
servicio de la caridad. Cuatro maneras distintas para decir a los hombres que
Dios es Padre y los ama. Tiene una vida de intensa oración y de
rigurosa penitencia, de tal manera que hace decir a la madre que lava las
camisas manchadas de sangre: «Ahora me haces sentir el dolor que no tuve cuando
te llevé en el vientre y te di a luz». Siendo sacerdote, se retira
todos los años a Pagani (Salerno), en la casa de los padres Redentoristas, para los
ejercicios espirituales.En el año 1818, mientras reza
en el coro, acontece un hecho destinado a marcar y cambiar el curso de su vida:
se le aparece San Alfonso para comunicarle que Dios lo quiere fundador de una
Congregación religiosa, dándole como «señal» la construcción de una Iglesia en
honor de la Virgen Dolorosa en Secondigliano. El anuncio de que es Dios
quien quiere la construcción de una Iglesia en honor de la Dolorosa, es acogido
con entusiasmo en Secondigliano por la mayor parte del pueblo; pero está también
quien se muestra desconfiado y hostil. Los adversarios, pocos pero muy
aguerridos y combativos, juran que impedirán la construcción de la Iglesia.
Cuando el proyecto parece definitivamente destinado a fracasar, don Cayetano
continúa creyendo en él y asegura a la gente: «La Iglesia se hará, porque es
Dios quien la quiere». El 9 de diciembre de 1830 la Iglesia es
bendecida. Terminada la construcción, Cayetano Errico encarga a Francisco Verzella, escultor napolitano, una
estatua de madera de la Virgen Dolorosa. Una tradición refiere que ha hecho
rehacer varias veces el rostro, exclamando al final: «Así era». ¿La había visto
en una visión? La estatua hace su entrada en Secondigliano en mayo de 1835, y desde
entonces continúan ininterrumpidamente la peregrinación y la devoción de los
fieles hacia la Dolorosa de Cayetano Errico. En los años
siguientes, mientras don Cayetano reza delante del Santísimo Sacramento en el
mismo coro de Pagani, el Señor le manifiesta que la nueva Congregación «debe ser
fundada en honor de los Sagrados Corazones de Jesús y de María».
Desde entonces los Sagrados Corazones se transforman en el centro de la acción
apostólica y misionera de Cayetano Errico, y él, en el apóstol de su
amor misericordioso en todo el Sur de Italia. El amor de los Sagrados Corazones
lo impulsa a buscar al hermano pecador para llevarlo al Padre, incluso a costo
de la vida, y a entregarse sin descanso ni medida, particularmente a los
hermanos de los grupos más desprotegidos: enfermos, obreros, artesanos,
campesinos, analfabetos, muchachas sin dote y extraviadas, encarcelados.Se propone hacer sentir a
todos la presencia de un Padre amoroso, dispuesto al perdón y lento para el
enojo. Terminada la iglesia, don Cayetano comienza a construir, en
un lugar adyacente, la casa que tendrá que alojar a los futuros religiosos, los
Misioneros de los Sagrados Corazones. Primeramente construye una pequeña casa,
en donde se retira, en 1833, para vivir junto a un laico que atiende el
servicio de la iglesia. Con el traslado desde la casa paterna,
comienza «oficialmente» la realización del encargo más importante recibido de
Dios: la fundación de la Congregación de los Misioneros de los Sagrados
Corazones. Ampliada la casa, funda el «Retiro sacerdotal de los
Sagrados Corazones», para acoger a los sacerdotes dispuestos a empeñarse sobre
todo en el trabajo de las misiones populares. Don Cayetano es un
hombre de Dios, es un «santo».¿Qué ha hecho para llegar a serlo? El primer
secreto de su santidad es «consumir las rodillas en la oración y... también en
el suelo». Que Don Cayetano es un hombre de oración lo testifican tantas
personas que lo han conocido y los dos «pocitos» en el piso de su habitación,
excavados por sus rodillas. La penitencia es el segundo
secreto de su «santidad». Los viernes y los sábados limita sus comidas a un
solo plato de sopa. Todos los miércoles y en la vigilia de muchas fiestas ayuna
a pan y agua.A menudo duerme en el suelo. Lleva «un cilicio que ciñe su
cuerpo: pecho, brazos y piernas». «Usaba disciplinas de cuerdas y de hierro de
diversos tipos». En 1833 don Cayetano presenta al Rey el pedido de
reconocimiento de un Retiro, que es aprobado junto con el reglamento el 14 de
marzo de 1836. El 1o de octubre de 1836 abre el noviciado, admitiendo a nueve
jóvenes. En mayo de 1838 solicita el reconocimiento pontificio de la
Congregación, y el 30 de junio recibe de la Sagrada Congregación de Obispos y
Regulares el decreto de elogio. El 6 abril de 1839, con el propósito de
consolidar el desarrollo de la Congregación, pide el reconocimiento
gubernamental, que el Rey concede el 13 de mayo, declarando «la Congregación de
los Misioneros de los Sagrados Corazones legítimamente existente y capaz de
gozar de los correspondientes efectos civiles y canónicos». En
abril de 1846 regresa a Roma para solicitar la aprobación definitiva. La
Congregación ha crecido: el número de los congregados ha aumentado y han sido
abiertas varias casas. El 7 de agosto de 1846 el Papa Pío IX emite el decreto
de aprobación, y el 15 de septiembre el Breve apostólico. Cayetano Errico, elegido unánimemente como
Superior General después de la aprobación, trabaja hasta la muerte para el
desarrollo de la Congregación, cuidando de modo particular la formación de los
individuos. Se empeña en la actividad misionera, en la predicación
al pueblo y de los ejercicios espirituales en numerosos conventos de
religiosas, en la dirección espiritual y, especialmente, en la administración
del sacramento de la reconciliación. Muere en Secondigliano, a los 69 años de edad, el
29 de octubre de 1860 a las diez de la mañana. «Ámense
mutuamente y sean observantísimos de las Reglas».Es el testamento que deja a
sus congregados. «Ha muerto un santo», es el comentario unánime de todo el
pueblo. El eco de estas expresiones continúa todavía.Para los secondiglianeses y para todos sus devotos,
Cayetano Errico, llamado y conocido como «O Superiore» El Superior, continúa
siendo un «santo», esto es un ejemplo, un punto de referencia, un intercesor,
una señal que indica a todos el camino de Dios, que los Sagrados Corazones, por
amor, han vivido y trazado. En 1866 el Cardenal Riario Sforza introdujo el proceso
diocesano ordinario. En diciembre de 1884 el Papa León XIII lo declaró
Venerable, y el 4 de octubre de 1974 el Papa Pablo VI emitió el decreto de la
heroicidad de sus virtudes.El 24 de abril de 2001 Juan Pablo II firmó el Decreto de
aprobación del milagro obtenido por el señor Salvatore Cacciappoli por intercesión de
Cayetano Errico.
Oremos
Confesamos, Señor, que sólo tú eres santo y que sin ti nadie es bueno, y humildemente te pedimos que la intercesión de San Gaetano Errico, venga en nuestra ayuda para que de tal forma vivamos en el mundo que merezcamos llegar a la contemplación de tu gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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