•sábado 18 Octubre 2014
San
Lucas, evangelista
•Fiesta
de san Lucas, evangelista, que, según la tradición, nació en Antioquía de
familia pagana y fue médico de profesión. Convertido a la fe de Cristo, fue
compañero carísimo del apóstol san Pablo, y en su libro del Evangelio expuso
por orden, cual escriba de la mansedumbre de Cristo, todo lo que hizo y enseñó
Jesús. Asimismo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles narró los comienzos
de la vida de la Iglesia hasta la primera venida de Pablo a la ciudad de Roma.
•Tremenda
ascesis nos impone la Biblia cuando nos brinda 73 libros para los que
prácticamente no tenemos referencia cierta de su autor humano. De unos pocos,
apenas 7, podemos decir con certeza científica (es decir, menos del 100% pero
cercano a ello) que son de San Pablo y.... nada más. De todos los demás libros,
la atribución a un autor concreto (el Pentateuco a Moisés, los Salmos a David,
los evangelios a cada uno de sus nombres, el Apocalipsis a Juan Apóstol, etc) son atribuciones que -no
unánimemente- ha ido señalando la tradición posterior, basándose en casi todos
los casos en evidencia puramente circunstancial. ¡Es que del Paraíso para aquí,
si hay algo molesto es no saber! así que las lagunas del saber histórico la
imaginación legendaria de cada época las va rellenando, a veces con datos
completamente ficticios, a veces con datos reales pero exagerados, a veces con
datos verosímiles aunque inciertos.
•
•Mala
manera de comenzar una hagiografía de san Lucas evangelista sembrando duda
sobre si el «Evangelio de San Lucas» será o no de san Lucas... Sin embargo, no
podemos ya en el siglo XXI presentar una hagiografía sobre el autor del tercer
evangelio sin tomar en cuenta datos que la crítica histórica ha establecido con
razonable certeza. Pero veamos el problema más de cerca, con la crítica
histórica como transfondo y los datos de la
tradición piadosa a mano:
•-¿Existió
un San Lucas autor del tercer evangelio y de Hechos de los Apóstoles?
•Sí,
por supuesto: el Evangelio y Hechos pertenecen al estilo, la manera de contar,
el plan narrativo, la sensibilidad de un escritor; esas obras no se escribieron
solas, ni son el mero resultado de una mezcla azarosa de papeles. Ahora bien,
como datos ciertos, no hay mucho más que eso: podemos deducir algo de su
personalidad a través de sus escritos (porque siempre, aunque no sea su
intención, un escritor se retrata al escribir), pero la atribución que la
tradición piadosa ha hecho con el Lucas que menciona san Pablo algunas veces,
no puede asegurarse.
•-¿En
qué se basaba esa atribución?
•En
los siguientes datos:
-Dice San Pablo en Colosenses 4:14: «Os saluda Lucas, el médico querido, y Demás.»
-Dice en 2 Timoteo 4:11: «El único que está conmigo es Lucas. Toma a Marcos y tráele contigo, pues me es muy útil para el ministerio.»
-Dice en Filemón 1:23-24: «Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demás y Lucas, mis colaboradores.»
Y además en Hechos de los Apóstoles, al narrar los viajes de san Pablo se acude varias veces a hablar en primera persona del plural, en las llamadas «secciones nos» (por ejemplo, en el capítulo 20), que parecerían indicar que el autor estuvo allí.
-Dice San Pablo en Colosenses 4:14: «Os saluda Lucas, el médico querido, y Demás.»
-Dice en 2 Timoteo 4:11: «El único que está conmigo es Lucas. Toma a Marcos y tráele contigo, pues me es muy útil para el ministerio.»
-Dice en Filemón 1:23-24: «Te saludan Epafras, mi compañero de cautiverio en Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demás y Lucas, mis colaboradores.»
Y además en Hechos de los Apóstoles, al narrar los viajes de san Pablo se acude varias veces a hablar en primera persona del plural, en las llamadas «secciones nos» (por ejemplo, en el capítulo 20), que parecerían indicar que el autor estuvo allí.
•
•Hasta
aquí nada extraño, es bastante natural que pensemos que el autor del libro
tiene que ser uno de los que san Pablo menciona, pero ¿por qué Lucas el médico?
las razones de la tradición son que el Evangelio de Lucas es un escrito
elegante desde el punto de vista del idioma, que no está lleno de semitismos
como los demás, así que su autor sería genuinamente griego, además trasluce una
personalidad de cierta formación humanística... por lo que «cierra bien» con el
médico que menciona san Pablo. Si todo quedara en una hipótesis razonable, no
habría ninguna objeción, ¿qué problema hay en identificar al autor de un
evangelio con este o con aquel colaborador de san Pablo, si lo que en
definitiva se está queriendo decir es que esos escritos son cercanos a la
predicación de San Pablo?
•
•El
problema está en cuando queremos sacar consecuencias teológicas, catequéticas y
religiosas de una atribución basada en evidencia circunstancial. Cuántas veces
hemos escuchado que san Lucas describe con maestría el aspecto humano de la
agonía del Señor porque es médico... ¡cuando en realidad habíamos deducido de
que debía ser el médico porque describe con maestría el aspecto humano del
Señor! de tanto repetir la hipótesis razonable, nos olvidamos que se trataba
sólo de eso, de una hipótesis razonable, y la comenzamos a tomar como una fuente de
certezas.
•
•Pero
entonces ¿qué celebramos hoy? Hoy celebramos que hubo un santo que escribió el
evangelio de Lucas y el libro de Hechos, que desde su evidente origen pagano,
vinculado casi con seguridad a la comunidad de Antioquía de Siria, en la actual
Turquía, supo penetrar en el misterio de Jesús con los ojos de un no-judío (el
único caso entre los cuatro evangelios). San Lucas representa, sea cual sea la
relación de familiaridad con san Pablo, uno de los grandes logros de la
predicación paulina, el buen fruto del injerto del olivo silvestre (los
paganos) en el olivo cultivado (Israel), como dice la metáfora de Romanos 11.
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•Sería
o no médico, tal vez sí, pero lo que es más importante para nosotros no es su
colegiación profesional, sino que llevó a la Iglesia cuanto poseía como pagano:
una tradición humanística, de valoración de los rasgos humanos, que están
incorporados al Evangelio, no sólo al de Lucas, sino al anuncio del Evangelio
tal cual lo entiende la Iglesia (no de Pablo ni de Apolo, sino de Cristo).
Aunque sea un rompedero de cabeza para la cristología, ¿qué más saludable que
esa mirada hecha de humanidad al contemplar al niño Jesús que se va haciendo
hombre: «Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y
ante los hombres.» (Lc 2,52)? Ninguno de los
otros evangelios dice algo así; hacía falta un genuino griego para mirar con
mirada de humanismo griego al niño que crece. ¡Y Dios sabe cuánta falta nos
hace siempre que al menos uno de los cuatro evangelios nos baje a la tierra en
nombre del propio Dios!
•
•También
san Lucas es, por eso mismo, el gran poeta de María; en esto se disputa con
Juan, enamorado también de la Madre de Dios. Sin embargo, como Juan aventaja a
Lucas en penetrar en la hondura mística donde apenas si distinguimos a la Madre
de Jesús de la Madre-Iglesia; así Lucas aventaja a Juan en recordarnos -y
siempre- que cualquier hondura mística empieza en lo particular, en lo
concreto, en lo humano: en alguien que percibe su infinita nada frente a Dios,
que canta como en el Magnificat y se alegra del gran don
con el que ha sido honrada, que sufre silenciosa, también, al ver un Hijo al
que apenas si puede humanamente comprender, pero cuya misión sabe, en la
certeza de la fe, que viene de Dios.
•
•A
esto se pueden añadir las simpáticas leyendas piadosas, pero carentes de todo
apoyo documental, sobre que fue el primer pintor de la Virgen, sobre todos los
lugares en los que predicó luego de muerto Pablo, etc. Pero con lo dicho, y sin
necesidad de inventar nada, tenemos mucho material para inspirar con seriedad
una vida cristiana.
•
•Pueden
servir como introducciones los cuadernos bíblicos de Verbo Divino dedicados a san
Lucas, tanto el más histórico-crítico (nº 3) como el más teológico (nº 137);
las introducciones de la «Biblia del peregrino», del P. Alonso Schökel son siempre una referencia
preciosa y segura para guiarse acerca de los libros bíblicos. En los dos comentarios
bíblicos «San Jerónimo»,
tanto el original como el nuevo, edición castellana de 2004, se aborda con
amplitud el problema crítico de la autoría, mejor resuelto en el nuevo que en
el clásico. Sin embargo, para una discusión completa d elos argumentos, ninguno más
completo que la «Introducción general» de Fitzmyer, ed. Cristiandad, 1981, vol
I, cap. 1 y 2.
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•Nadie
ha merecido como San Lucas el título de Evangelista, de mensajero de la Buena
Nueva; no ya porque el historiador de Cristo, en el tercer Evangelio, se
convierte enseguida en los Hechos de los Apóstoles, en el historiador de la
Iglesia naciente, de la difusión del mensaje cristiano al mundo, sino, ante
todo, porque en su estilo de griego y de literato, el mensaje de salvación
canta un auténtico himno de acción de gracias, de alegría y de
optimismo.
•Lucas
no minimiza nunca la Cruz - a él se debe la descripción más detallada de la
agonía de Jesús - pero en el predomina el gozo: desde el nacimiento de Juan,
con el cual - "muchos se alegrarán" a la evocación de los discípulos,
que tras la Ascensión "volvieron a Jerusalén con gran alegría",
pasando por el relato de la pecadora perdonada y del Hijo Pródigo, todo en él
es un triunfo de la vida y del amor. Los Hechos están bañados por
la misma luz: "...los creyentes celebraban la fracción del pan en las
casas y comían juntos alabando a Dios con alegría y de todo corazón..." (Hc. 2, 46). "...En el
grupo de creyentes todos pensaban y sentían lo mismo...." (Hc. 4, 32).
•Lucas
que se unió fielmente al alma de San Pablo y permaneció junto a él aun en sus
cadenas, el cantor de la mansedumbre de Cristo - como le llama el Dante -,
captó desde el principio el universalismo del mensaje de amor que Jesús había
confiado a los suyos.
•El
Salvador que nos presenta este hombre llegado del paganismo es claramente
"luz para alumbrar a las naciones". (Lc. 2,32) El único de los
evangelistas que no era judío, sino gentil, quizá natural de Antioquía y que
parece que fue médico de profesión. Discípulo de san Pablo (quien le alude en
la carta a los colosenses como «...Lucas, el médico amado....»), le acompañó en
sus viajes y tal vez se encontraba con él en Roma cuando sufrió martirio; poco
más se sabe, aparte de que escribió el tercer evangelio y los Hechos de los
apóstoles.
•Según
remotas tradiciones, después de la muerte de Pablo predicó la buena nueva en
Egipto y en Grecia, y debió de morir en este último país, quién sabe si
crucificado en Patras, como algunos suponen. Su símbolo es el buey, porque su
evangelio empieza con el sacrificio de Zacarías en el Templo, y desde tiempo
inmemorial es patrón de médicos y cirujanos.
•Como
evangelista tiene un rasgo muy peculiar sin duda debido a su condición de
gentil que escribía para cristianos de cultura griega, hace muy pocas
referencias a la ley mosaica y es el que más insiste en
el alcance universal de la salvación, mostrándose también en eso fiel discípulo
de san Pablo.
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• El
Evangelio según San Lucas
•El
autor del tercer Evangelio, San Lucas, el médico, era un sirio nacido en
Antioquía, de una familia pagana. Tuvo la suerte de convertirse à la fe de
Jesucristo y encontrarse con San Pablo, cuyo fiel compañero y discípulo fue por
muchos años, compartiendo con él hasta la prisión en Roma.
•Según
su propio testimonio ( 1, 3), Lucas se informó «...de todo exactamente desde su
primer origen ...«. No cabe duda de que una de sus principales fuentes de
información fue el mismo Pablo y es muy probable que recibiera informes también
de la Santísima Madre de Jesús, especialmente sobre la infancia del Señor, que
Lucas es el único en referirnos detalladamente.
•El
es, pues, precisamente por sus noticias sobre el Niño y su Madre, el
Evangelista por excelencia de la Virgen. Pero Lucas posee además
una característica muy llamativa que ha dado origen a una curiosa leyenda: es
el que más habla de la Virgen, quizá porque la trató personalmente (por
ejemplo, es el único que cuenta la Anunciación), y de ahí que atribuyéndosela
habilidades de pintor se supusiese que pintó un retrato de Nuestra
Señora.
•Aunque
los supuestos retratos sean muy tardíos (el más famoso, que se conserva en la
Capilla Paulina de Santa María la Mayor de Roma, es un icono del siglo XII),
los pintores le tienen también por patrón celestial y se encomiendan a él como
al artista que tuvo el máximo modelo de hermosura humana.
•Lucas
es llamado también el Evangelista de la misericordia, por ser el único que nos
trae las parábolas del hijo pródigo, de la dracma perdida, del buen samaritano,
etc. Éste tercer Evangelio fue escrito en Roma à fines de la
primera cautividad de San Pablo, o sea entre los años 62 y 63. Sus
destinatarios son los cristianos de las Iglesias fundadas por el Apóstol de los
gentiles, así como Mateo se dedicó más especialmente à mostrar à los judíos el
cumplimiento de las profecías, realizadas por Cristo.
•Por
eso, El Evangelio de San Lucas contiene un relato de la vida de Jesús que
podemos considerar el más completo de todos y hecho à propósito para nosotros
los cristianos de la gentilidad.
•Se
afirma que Lucas evangelizó Acaya
y Bitinia, donde habría sellado con su sangre la verdad del Evangelio.
•
OOOOOOOOOOOOOOOO
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