Nunca
te quejes de nadie, ni de nada, porque fundamentalmente tu has hecho lo que
querías en tu vida
Nunca te quejes de nadie, ni de nada,
porque fundamentalmente tu has hecho lo que querías en tu vida.
Acepta la dificultad de edificarte a
ti mismo y el valor de empezar corrigiéndote. El triunfo del verdadero hombre
surge de las cenizas de su error.
Nunca te quejes de tu soledad o de tu
suerte, enfréntala con valor y acéptala. De una manera u otra es el resultado
de tus actos y prueba que tu siempre has de ganar.
No te amargues de tu propio fracaso
ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño.
Recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan
terrible para claudicar.
No olvides que la causa de tu
presente es tu pasado así como la causa de tu futuro será tu presente.
Aprende de los audaces, de los
fuertes, de quien no acepta situaciones, de quien vivirá a pesar de todo,
piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin
eliminarlos morirán.
Aprende a nacer desde el dolor y a
ser más grande que el más grande de los obstáculos, mírate en el espejo de ti
mismo y serás libre y fuerte y dejarás de ser un títere de las circunstancias
porque tu mismo eres tu destino.
Levántate y mira el sol por
las mañanas y respira la luz del amanecer. Tú eres parte de la fuerza de tu
vida, ahora despiértate, lucha, camina, decídete y triunfarás en la vida; nunca
pienses en la suerte, porque la suerte es: el pretexto de los fracasadosPosted: 23 May 2014 09:01 AM PDT
OOOOOOOOOOOOOOOOOO
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