Te pedimos, por
intercesión de la Virgen María, que derrames sobre _MARCOS BARAJAS GARZA _ tu misericordia y le concedas
participar del premio de tus elegidos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
-------------------------------------
Padre nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
---------------------
Oh Dios, Creador y Redentor de todos los fieles, conceded a
las almas de vuestros siervos y siervas la remisión de todos sus pecados, para
que por las humildes súplicas de la Iglesia, alcancen el perdón que siempre
desearon; por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
-----------------------
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es
contigo; bendita Tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora
y en la hora de nuestra muerte. Amén.
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
ORACIÓN AL FALLECIMIENTO
DE MARCOS BARAJAS GARZA
¡Oh Jesús, único consuelo en las horas eternas del dolor,
único consuelo sostén en el vacío inmenso que la muerte causa entre los seres
queridos!
Tú, Señor, a quién los cielos, la tierra y los hombres vieron
llorar en días tristísimos; Tú, Señor, que has llorado a impulsos del más
tierno de los cariños sobre el sepulcro de un amigo predilecto; Tú, ¡oh Jesús!
que te compadeciste del luto de un hogar deshecho y de corazones que en él
gemían sin consuelo; Tú, Padre amantísimo, compadécete también de nuestras
lágrimas.
Míralas, Señor, cómo sangre del alma dolorida, por la perdida
de aquel que fue deudo queridísimo, amigo fiel, cristiano fervoroso.
¡Míralas, Señor, como tributo sentido que te ofrecemos por su
alma, para que la purifiques en tu sangre preciosísima y la lleves cuanto antes
al cielo, si aún no te goza en él!
¡Míralas, Señor, para que nos dés fortaleza, paciencia,
conformidad con tu divino querer en esta tremenda prueba que tortura el alma!
¡Míralas, oh dulce, oh pidadosísimo Jesús! y por ellas
concédenos que los que aquí en la tierra hemos vivido atados con los fortísimos
lazos de cariño, y ahora lloramos la ausencia momentánea del ser querido, nos
reunamos de nuevo junto a Ti en el Cielo, para vivir eternamente unidos en tu
Corazón. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario