Martes 01 Abril 2014
San Hugo Francia
San Hugo, (significa "el inteligente"), obispo,
nació en Francia en el año 1052.
Gregorio VII ordenó de obispo a Hugo cuándo sólo tenía 28
años, lo envió a dirigir la diócesis de
Grenoble, en Francia. Allá estará de obispo por 50 años, aunque intentará
renunciar al cargo ante 5 Pontífices, pero ninguno se la aceptará.
El dedicaba largas horas a la oración y a la meditación y
recorría su diócesis de parroquia en parroquia corrigiendo abusos y enseñando
cómo obrar el bien. Creyéndose un inepto y un inútil para este cargo, se fue a
un convento a rezar y a hacer penitencia.
Pero el Sumo Pontífice Gregorio VII, que lo necesitaba muchísimo para
que le ayudara a volver más fervorosa a la gente, lo llamó paternalmente y lo
hizo retornar otra vez a su diócesis a seguir siendo obispo.
Un día llegó San Bruno con 6 amigos a pedirle a San Hugo que
les concediera un sitio donde fundar un convento de gran rigidez, para los que
quisieran hacerse santos basado en oración, silencio, ayunos, estudio y
meditación. El santo obispo les dio un sitio llamado Cartuja, fue fundada la
Orden de los Cartujos, donde el silencio es perpetuo (hablan el domingo de
Pascua) y donde el ayuno, la mortificación y la oración llevan a sus religiosos
a una gran santidad. Para San Hugo sus
días en la Cartuja eran como un oasis en medio del desierto de este mundo
corrompido y corruptor, pero cuando ya llevaba varios días allí, su director
San Bruno le avisaba que Dios lo quería al frente de su diócesis, y tenía que
volverse otra vez a su ciudad.
Los sacerdotes más fervorosos y el pueblo humilde aceptaban
con muy buena voluntad las órdenes y consejos del Santo obispo. Varias veces fue a Roma a visitar al Papa y
a rogarle que le quitara aquel oficio de obispo porque no se creía digno. Pero
ni Gregorio VII, ni Urbano II, ni Pascual II, ni Inocencio II, quisieron
aceptarle su renuncia porque sabían que era un gran apóstol. Cuando ya muy anciano le pidió al Papa Honorio
II que lo librara de aquel cargo porque estaba muy viejo, débil y enfermo, el
Sumo Pontífice le respondió: "Prefiero de obispo a Hugo, viejo, débil y
enfermo, antes que a otro que esté lleno de juventud y de salud". Era un gran orador, y como rezaba mucho
antes de predicar, sus sermones conmovían profundamente a sus oyentes.
Era muy frecuente que en medio de sus sermones, grandes
pecadores empezaran a llorar a grito entero y a suplicar a grandes voces que el
Señor Dios les perdonara sus pecados. Sus sermones obtenían numerosas
conversiones.
Al final de su vida la artritis le producía dolores inmensos y
continuos pero nadie se daba cuenta de que estaba sufriendo, porque sabía
colocar una muralla de sonrisas para que nadie supiera los dolores que estaba
padeciendo por amor a Dios y salvación de las almas. Un día al verlo llorar por
sus pecados le dijo un hombre: "- Padre, ¿por qué llora, si jamás ha
cometido un pecado deliberado y plenamente aceptado?- ". Y él le
respondió: "El Señor Dios encuentra manchas hasta en sus propios ángeles.
Y yo quiero decirle con el salmista: "Señor, perdóname aun de aquellos
pecados de los cuales yo no me he dado cuenta y no recuerdo". Murió a los 80 años, el 1 de abril de 1132.
El Papa Inocencio II lo declaró santo, dos años después de su muerte.
Oremos
Señor, tú que colocaste a San Hugo en el número de los santos
pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la caridad y de aquella fe que
vence al mundo, haz que también nosotros, por su intercesión, perseveremos
firmes en la fe y arraigados en el amor y merezcamos así participar de su
gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
==================
Santo(s) del día
San Hugo Francia
San Celso Armagh
Beato Ludovico Pavoni
Santa Teodora Roma
San Venancio Espalato
San Víctor Egipto
San Quinciano Armenia
San Macario Constantinopla
San Walerico
San Melitón de Sardes
San Tesifón
OOOOOOOOOOOOOOOOO
No hay comentarios:
Publicar un comentario