Martes 22 Abril 2014
San Sotero
Sucesor en el pontificado del Papa Aniceto muerto el año 165.
Había nacido en la Campiña italiana, en Fondi y su padre se llamaba
Concordio. En su tiempo se extendió la
herejía de Montano que propugnaba un exagerado rigorismo de costumbres. La
penitencia más rigurosa y la vida más perfecta debían practicarla todos los
cristianos para no caer en pecado, sobre todo si se trataba de pecados muy
graves, ya que no se les podían perdonar porque la Iglesia carecía de poder
para ello.
Él defendió la doctrina que
se había predicado y defendido en la Iglesia desde Jesucristo: para el
pecador arrepentido no hay pecado que no se le pueda conceder el perdón. Él era todo para todos y quería que se
viviera de acuerdo con lo que los Hechos de los Apóstoles expresan de los
primeros cristianos, que «todo era común entre ellos» y que «todos eran un solo
corazón y una sola alma»...
Eemperador Marco Aurelio (161-180), persiguió a la Iglesia y durante
este tiempo hubo abundantes mártires, entre ellos el mismo Papa que parece
murió mártir el 22 de Abril del 175. San Cayo vivió un siglo más tarde y a
pesar de ello en la tradición cristiana han caminado siempre unidos ambos
Santos aunque nada tengan en común a no ser el haber muerto por Cristo y el
haber sido Obispos de Roma. La última
persecución más violenta fue la de Valeriano. Después casi todo el siglo II fue
tiempo de paz y durante él la Iglesia quedó robustecida fuertemente. San Cayo
se aprovechó de esta paz y patrocinó, sobre todo las dos escuelas célebres de
Oriente: Alejandrina y Antioquena que tantos y tan ilustres hijos produjeron.
El año 283 empezó una nueva persecución contra los cristianos
decretada por Caro que, aunque no tan sangrienta como otras anteriores, causó
graves daños a la Iglesia, siendo muchos los hombres y mujeres que derramaron
generosamente su sangre por confesar a Jesucristo. La Iglesia venera a San Sotero como
mártir, pero no existe ningún relato de su martirio.
http://sagradafamilia.devigo.net/images/Abril/cayo1.jpg
Oremos
Dios todopoderoso y eterno, que quisiste que San Sotero, Papa, presidiera a todo tu pueblo
y lo iluminara con su ejemplo y sus palabras, por su intercesión protege a los
pastores de la Iglesia y a sus rebaños y hazlos progresar por el camino de la
salvación eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
OOOOOOOOOOOOOOOOOO
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