Domingo 28
Octubre 2012
Santos Simón
y Judas
San Simón y
San Judas aparecen siempre juntos en las relaciones
de los Doce. Al Apóstol
Simón se le denomina el Cananeo (Mc. 3, 18)
o Celotes (Lc. 6, 15),
probablemente porque había pertenecido al partido extremista de los Celotes,
que preconizaba la resistencia activa ante la dominación romana y llevaba a
cabo de tiempo en tiempo ciertas
operaciones de guerrilla. Semejante pormenor revela la diversidad de
opciones temporales a que habían podido estar adheridos los Apóstoles
antes de
ser elegidos por Jesús. Ahora bien, el Señor llama así y agrupa
Mateo el nacionalista
Simón: su reino no es de este mundo.
Pedirá a todos sin discriminación que sean sus testigos delante
de los
nombres. En cuanto a judas, a quien Lucas llama «judas, hijo de Santiago» (Lc.
6, 18), y, tanto Marcos como Mateo, le añaden el
sobrenombre de Tadeo (Mc 18),
es aquel que, en la última cena declaró
a Jesús: «Señor,
¿qué pasa para que te vayas a
manifestar a nosotros y no al mundo?», cosa que le valió el recibir la gran
promesa de la inhabitación divina en el alma
de los fieles «El que me ama
guardará mi palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él y haremos morada en
él». Porque este Judas de tan ingrata
homonimia es el patrón de las causas desesperadas. Durante la antigüedad
y casi
toda la Edad Media fue un santo ignorado, quizá porque repelía su nombre
funesto, pero en el siglo XIV santa Brígida de Suecia contó en sus revelaciones
que el Salvador le había instado a dirigirse con confianza a san Judas, y desde
entonces pasó a tener una grande y dramática veneración.
Muy poco se sabe de él por la Escritura; que
fue uno de los Doce, tal vez hermano de Santiago el Menor, citado en la lista
apostólica en penúltimo lugar, inmediatamente antes del traidor. Se supone que
tras la muerte de
Jesús predicó el cristianismo en Siria y Mesopotamia, y quizá
murió en
Persia con san Simón, martirizado a golpes de maza. Siglos atrás sus reliquias se veneraban en
Reims y Toulouse, y su culto llegó a ser muy
popular en Polonia, donde
abundaban los Tadeos, pero san Judas, es sobre todo la última tabla de salvación
para los que ya no esperan nada, más allá
de la esperanza aún está él
............................................................................................................................... Epístola de San Judas San Judas Tadeo, hermano de Santiago el
Menor, compuso la carta entre los años 62 y 67, con el fin de fortalecer en la
fe a los judío-cristianos y prevenirlos, como San Pedro ( II Pedr. 2 );San Juan
(I Juan 2, 18 ss; II Juan 7) San Pablo ( I Tim. 3, 1 s., etc ) y también Santiago
( Sant. 3, 1 ), contra las doctrinas de los falsos doctores. En muchos pasajes
tiene marcada semejanza con II Pedr. 2.
Tanto en los Evangelios como en otros escritos pasa enteramente si ser
notado, sólo conocido por las listas de los Apóstoles. Sin embargo, hemos de
creer que respondió à los designios del Señor al elegirle para el Colegio
Apostólico.
Oremos
Dios
nuestro, que quisiste que te conociéramos por la predicación de los apóstoles,
concédenos, por la intercesión de los Santos Simón y Judas, que tu Iglesia siga
creciendo en el mundo, acogiendo continuamente en su seno a nuevos pueblos que
vengan a la fe en ti. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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