sábado, 1 de diciembre de 2012

Conmemoración de los fieles difuntos

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Conmemoración de los fieles difuntos

__DIA  307_  SEMANA 44_

Leer el comentario del Evangelio por 

San Ambrosio (c.340-397), obispo de Milán y maestro de San Agustín, doctor de la Iglesia, Padre de la Iglesia Latina. 

Sobre la muerte de su hermano


“¿Por qué lloras?” (Jn 20,13)

        Lloran aquellos que no pueden tener la esperanza de la resurrección, 
o por que Dios lo quiera, sino que lloran a causa de la dureza de su
 corazón que no les permite creer. Hay una diferencia entre los servidores 
de Cristo y los paganos. Es ésta: éstos lloran porque piensan que los
 suyos están muertos para siempre, no tienen consuelo en sus lágrimas, 
no tienen descanso en su tristeza... Mientras que para nosotros la muerte 
no es el final de nuestro ser, sino el final de nuestra vida. Ya que nuestro ser
 se transforma a una condición mejor, entonces, la llegada de la muerte 
elimina todos nuestros llantos...

        Tanto mayor será nuestro consuelo, cuanto la conciencia 
de nuestras buenas obras nos promete, después de la muerte, una
recompensa mayor. Los paganos ya tienen su consuelo, pensando
 que la muerte será un descanso para todos nuestros males.

 Y como se ven privados de gozar de la vida, piensan que quedarán 
liberados de toda posibilidad de sentir el dolor de las interminables
 y duras penas de esta vida. Pero nosotros, que tenemos que tener el 
espíritu más elevado, a causa de la esperanza de una recompensa, 


debemos soportar mejor nuestro dolor, gracias al consuelo que nos
espera. Parece que los que han muerto no están lejos de nosotros sino
 que  nos preceden, la muerte no nos los quita, sino que los recibe
 la  eternidad.


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