6 causas
por las que puedes sangrar después de una relación sexual
El
sangrado vaginal después de una relación sexual es bastante común:
aproximadamente 1 de cada 20 mujeres lo experimentan. Las relaciones muy
intensas, el exceso de fricción o la falta de lubricación son causas frecuentes
que no representan un problema de salud serio. Pero hay otras que sí son
peligrosas y que requieren atención y tratamiento médico inmediato. Aquí te
decimos cuáles son.
Después de un encuentro
amoroso con tu pareja te diste cuenta de que sangrabas ligeramente, pero hace
días que pasaste tu período. El sangrado se contuvo pronto pero aún así, te
quedaste preocupada. Si no es la menstruación, ¿qué pudo ser?
Por lo general, el origen
del sangrado vaginal proviene del cérvix (o cuello del útero), el extremo
inferior y más estrecho del útero, especialmente en las mujeres que están en
sus años fértiles (antes de la menopausia). Aunque el cérvix esté perfectamente
saludable, cierto grado de fricción durante el acto sexual puede causar
sangrado. Si ése es el caso, no hay razón para que te preocupes. Tampoco si la
causa es la falta de lubricación. La solución es dedicar un poco más de
tiempo a la estimulación antes de la penetración y/o usar un lubricante. Pero el sangrado puede
tener otras causas más serias. Entre ellas se encuentran:
1.
Una enfermedad
de transmisión sexual (o ETS). Dos enfermedades de este tipo, muy comunes, son la gonorrea y la
clamidia.
Ambas pueden causar sangrado después de la relación sexual. El sangrado también
puede coincidir con secreción vaginal, irritación en el canal de la vagina, o
sensación de ardor al orinar. En ambos casos el tratamiento es a base de
antibióticos, seguido de medidas preventivas, como la práctica de sexo
seguro.
2.
Vaginitis.
Se trata de una inflamación en la vagina que puede tener diferentes causas
(infección por bacterias, hongos, parásitos como las tricomonas; una reducción de los
niveles de estrógeno después de la menopausia; o una reacción a alguna
sustancia que te irrite). La vaginitis puede causar un sangrado ligero que se
empeora después de las relaciones.
El tratamiento de la
vaginitis depende de la causa. Si se trata de una infección, tu ginecólogo o tu
médico podría recomendarte cremas o supositorios vaginales y/o medicamentos
orales para tratarla. Si es falta de lubricación, te podría recomendar un lubricante
o una crema o anillo con hormonas para aplicación local. Si es reacción a una
sustancia como el detergente o el jabón (cambiarlo).
3.
Cervicitis.
La inflamación de la cérvix (o cuello del útero), además de sangrado después de
las relaciones, puede detectarse por la presencia de una secreción amarilla o
grisácea, maloliente, así como de dolor al orinar. Una de las causas más
comunes de la cervicitis es una reacción alérgica al látex o a un espermicida,
aunque también puede tratarse de una infección viral o bacteriana. Tu médico
puede ayudarte a determinar la causa e indicarte el tratamiento. Si se trata de
una alergia, tu pareja puede cambiar a otro tipo de condón que no sea de látex
y/o puedes usar otro espermicida.
4. Enfermedad
pélvica inflamatoria.
Ocurre cuando las bacterias se movilizan desde la vagina o el cérvix hasta el
útero, las trompas de Falopio, los ovarios o la pelvis. Muchos casos de
enfermedad pélvica inflamatoria (EIP) se deben a las mismas bacterias que
causan la clamidia y la gonorrea. Pero no todas los casos de EIP se producen
por una enfermedad de transmisión sexual. Muchas veces se producen por
bacterias que viven normalmente en el canal vaginal o que entran a éste por
varios medios (entre ellos, la relación sexual). En muchas ocasiones no dan
síntomas. El sangrado después de las relaciones puede ser una señal de
aviso. Es importante tratar la EIP a tiempo mediante antibióticos ya que
si no se trata y la infección se prolonga, puede afectar tus órganos
reproductivos y causarte infertilidad.
5. Endometriosis. Es una condición dolorosa
en la que el tejido que recubre el útero crece fuera de éste. Un sangrado
entre ligero y moderado puede ser uno de sus síntomas, además de períodos muy
dolorosos e intensos, dolor en la pelvis, en la parte baja de la espalda y
también al defecar. Es importante tratar la endometriosis pues puede causar
infertilidad.
6. Cáncer
cervical.
Si te haces la
prueba citológica regularmente
(el Pap o
Papanicolau), y ha resultado negativa,
es poco probable que ésta sea la causa de tu sangrado. Pero no te
confíes, especialmente ya estás en la menopausia. Lo mejor es consultar con el
ginecólogo y descartar la presencia de células cancerosas en el cérvix.
El sangrado después de una
relación sexual puede tener otras causas, como la presencia de pólipos o que la
mujer esté recibiendo terapia de reemplazo hormonal. Pero las seis que te
mencionamos anteriormente requieren atención médica inmediata. No te
quedes con la duda si encuentras sangre después de una relación sexual y esto
se repite con frecuencia. Los síntomas son precisamente señales de aviso
que no debes ignorar. Haz una cita con tu ginecólogo(a) para que se establezca
la causa exacta y para ponerle solución cuanto antes.
Posted in Mujeres, Salud Sexual.
Imagen ©
iStockphoto.com / annebaek
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