miércoles, 15 de mayo de 2013

_MAYO 10 -2.013

-----------------------------------------------------------------------------------

San Damián Veuster





Damián nació en Tremelo, Bélgica el 3 de enero de 1840. Era el séptimo de 7 hermanos. Desde muy pequeño se distinguió por su piedad. Al mismo tiempo le gustaba mucho jugar y sobre todo correr.
A la edad de 19 años decidió entrar en la Congregación de los Sagrados Corazones. Sobre su carpeta escribió: "silencio, presencia de Dios, oración". Amaba mucho la adoración nocturna del Santísimo Sacramento.
Años después escribiría que sin ella "no hubiera podido perseverar en asociar mi suerte a la de los leprosos en Molokai". Amaba rezar delante de la imagen de San Francisco Javier. Todos los días le pedía la gracia de ser enviado un día a la misión
Finalmente en 1863 su sueño se hizo realidad. Partió del puerto de Brema, en Alemania hacia las Islas Hawai. El viaje duró 139 días. A partir de ése momento pasará 25 años de su vida en estas islas, cuidando de los leprosos.

En la isla sirviendo a los leprosos practicó todos los oficios que pudo: médico, carpintero, albañil, cocinero, maestro, etc. Muchos leprosos no tenían ni dedos ni manos, así que el P. Damián incluso les construía el ataúd y excavaba las tumbas.
Si bien tenía un temperamento irritable hacia todo aquello que estorbara sus deberes sacerdotales, él se volvía niño con los niños. Tenía mucho carisma, y no sólo daba, sino que daba con amor.
Los niños eran los predilectos del P. Damián. Ellos encontraron en él un padre y una madre que los amaba. Su casa estaba siempre llena de niños leprosos que comían con él. Eran su verdadera familia. Tomaba a los niños en brazos, incluso cuando sus llagas estaban sin vendas. Decía: "El cuerpo se corrompe rápidamente es sólo el alma que cuenta". Hizo siempre de todo para garantizar a sus niños un verdadero hogar. El orfelinato siempre estuvo al centro de sus atenciones.
Había creado un bellísimo coro de niños. A su hermano escribía: "mis niños cantan como si fuesen músicos expertos. La tuberculosis y la muerte han preparado las voces más bellas de mi coro".
Decía: "No estén preocupados por mi, porque cuando se sirve a Dios se es feliz en todas partes"
En 1885 le fue diagnosticada la enfermedad. Había contraído la lepra. Murió cuatro años después. Era el 15 de Abril de 1889.









Oremos


-------------------------------------------------------------

viernes 10 Mayo 2013

San Juan de  Ávila



Nació en Almodóvar del Campo, Ciudad Real, España, el 6 de enero de 1499 o 1500. Sus padres eran propietarios de unas minas de plata en Sierra Morena, pero el pequeño Juan no estimaba en nada los recursos que poseía. Formado por ellos en la abnegación y el amor al prójimo, se desprendía de sus pertenencias fácilmente. Así, se deshizo de su sayo nuevo que ofreció a un niño pobre. Fue enviado a estudiar a Salamanca cuando tenía 14 años. Y a los 18 regresó al domicilio paterno después de haber cursado leyes, con el reducto espiritual que le dejó una experiencia de conversión. Vivió en oración y penitencia hasta que en 1520, alentado por un franciscano, partió a Alcalá de Henares para seguir estudios. Tomó contacto con el que luego sería arzobispo de Granada, Pedro Guerrero, y con el venerable Fernando de Contreras. Seguramente conoció allí a san Ignacio de Loyola. Entretanto, perdió a sus padres. En honor a ellos, cuando en 1526 fue ordenado sacerdote eligió su ciudad natal para decir su primera misa poniendo el signo de invitar a doce pobres a comer a su mesa, entre los cuales repartió sus bienes; comenzó la evangelización en su propio pueblo.Su siguiente etapa fue Sevilla, desde cuyo puerto pensaba embarcar rumbo a América junto al recién elegido obispo de Tlaxcala, Nueva España. Los planes de la providencia eran otros. En el compás de espera compartió sus ansias de pobreza, oración y sacrificio con el P. Contreras. Ambos asistían a los pobres y les instruían en la fe. A través de este compañero, la brújula marcó al santo otro destino para su vida. Contreras le habló de él a Mons. Manrique, arzobispo de Sevilla, y éste pidió a Juan que predicara en su presencia. Estuvo toda la noche orando ante el crucifijo, lleno de gran timidez. Según confesó después, en esos momentos pensaba en la vergüenza que Cristo pasó desnudo en la cruz. El sermón causó tal impresión que le llenaron de alabanzas, y él respondió: «Eso mismo me decía el demonio al subir al púlpito». De allí partió a Écija, Sevilla y Cádiz, lugares en los que su predicación y labor como director espiritual siguieron siendo excepcionales. Sus acciones le acarrearon persecuciones y enemistades. En 1531 fue procesado por la Inquisición siendo acusado de graves hechos que no cometió. Pasó un año en la cárcel sin aceptar defensa alguna porque –así lo reconocía–, estaba en las mejores manos: las de Dios. La celda fue lugar de celestiales consuelos. En el juicio respondió a los cargos que se le imputaban dando testimonio de su fe, sin reprobar a los cinco testigos de la acusación. De pronto aparecieron 55 que testificaron a favor suyo. En prisión escribió Audi, Filia. Este periodo le enseñó mucho más que los libros y experiencias anteriores. Fue liberado, pero la injusta sentencia señalaba «haber proferido en sus sermones y fuera de ellos algunas proposiciones que no parecieron bien sonantes». Y le impusieron, bajo pena de excomunión, que las declarase convenientemente donde las hubiera expuesto.En 1535 partió a Córdoba llamado por el obispo Álvarez de Toledo. Entonces conoció a fray Luis de Granada. Creó los colegios de san Pelagio y de la Asunción, y un año más tarde se fue a Granada para ayudar al arzobispo en la fundación de la universidad. Allí le oyeron predicar san Juan de Dios y san Francisco de Borja; el influjo de sus palabras cambió radicalmente sus vidas. Tenía gran devoción por el Santísimo Sacramento y por la Virgen. Y sabiendo de su capacidad persuasiva, un día le pidieron que abogase a favor de un templo dedicado a María que se estaba construyendo. Se ofreció él mismo de inmediato: «Yo iré allí, y tomaré una piedra sobre mis hombros para ponerla en la casa que se edifica a honra de la Madre de Dios». Desde luego, como esperaban, movió la generosidad de la gente. Hasta los pobres respondieron a sus peticiones con sus mermadas pertenencias. La clave de su fuerza en los sermones se hallaba en el«amar mucho a Dios». Oración, sacrificio y estudio eran sus pilares. A su espíritu de pobreza unía paciencia, modestia, prudencia, abnegación, discreción; hacía de la frugalidad virtud ejemplar dando testimonio con su propia vida de lo que predicaba. Renunció a dignidades cardenalicias y episcopales. Formó en Granada un grupo sacerdotal en 1537, que tuvo bajo su amparo, y en 1539 ayudó a la fundación de la universidad de Baeza, Jaén. Gran escritor y predicador, su amor por el sacerdocio le llevó a pedir la creación de seminarios para una verdadera reforma de la Iglesia y del clero. En 1551 enfermó y tuvo que permanecer en la localidad cordobesa de Montilla. Durante quince años siguió escribiendo y aconsejando a personas de toda clase, edad, condición y procedencia. Estuvo relacionado con san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Jesús, quien le dio a examinar el «Libro de su vida», y causó gran influjo en san Antonio María Claret. En mayo de 1569 su salud, que ya venía lesionada de atrás, empeoró. En medio del dolor, exclamaba: «Señor mío, crezca el dolor, y crezca el amor, que yo me deleito en el padecer por Vos» o «¡Señor, más mal, y más paciencia!». Esa era su disposición. Pero cuando le vencía le debilidad, manifestaba: «¡Ah, Señor, que no puedo!». Incluso una noche en la que arreciaron los dolores pidió a Dios que los erradicara, y así sucedió. A la mañana siguiente reconoció: «¡Qué bofetada me ha dado Nuestro Señor esta noche!». Pronto a partir de este mundo, no hallaba mayor consuelo que la recepción de la Eucaristía. «¡Denme a mi Señor, denme a mi Señor!», suplicaba. En los postreros instantes, en medio de intensísimo dolor y fatiga que le hacía proferir: «Bueno está ya, Señor, bueno está», no cesaba de recitar esta jaculatoria: «Jesús, María; Jesús, María». Murió el 10 de mayo de 1569. León XIII lo beatificó el 4 de abril de 1894. Pío XII lo designó patrono del clero secular español el 2 de julio de 1946. Pablo VI lo canonizó el 31 de mayo de 1970. Y el 7 de octubre de 2012 Benedicto XVI lo declaró doctor de la Iglesia.






Oremos

Señor Dios todopoderoso, que de entre tus fieles elegiste a San Juan de Ávila para que manifestara a sus hermanos el camino que conduce a ti, concédenos que su ejemplo nos ayude a seguir a Jesucristo, nuestro maestro, para que logremos así alcanzar un día, junto con nuestros hermanos, la gloria de tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.




------------------------------------------------------------------------------
viernes 10 Mayo 2013

San Antonino Florencia



San Antonino, célebre arzobispo de Florencia, Italia, nación en 1389. Su padre era notario y fue en el seno familiar que recibió una educación esmerada. Su nombre de baustimo fue Antonio, pero más tarde lo cambiaron por el de Antonino, debido a su pequeña estatura. era hijo único y la ambición  de sus padres era que estudiara abogacía. Antonino inició sus estudios con brillante éxito en la carrera de jurisprudencia.
Pero su íntima inclinación era consagrarse a Dios en la vida religiosa.   Pidió ser admitido en la orden Dominicana, pero el superior, al verlo tan delgado y pequeño no quiso aceptarlo y, para librarse de su insistencia, le dijo que regresara cuando hubiera memorizado todo el Derecho Canónico, tarea aparentemente imposible. Pero he aquí que unos meses más tarde, Antonino golpeaba la puerta del convento y le demostraba al superior que efectivamente había memorizado todo el voluminoso Derecho Canónico.   Fascinado por la vivacidad de su espíritu, por la candidez e inocencia de sus costumbres y por la lucidez de su inteligencia, el superior lo admitió en la orden.
Antonino se convirtió en modelo religioso. En n principio se pensó que no sería capaz de resistir los rigores de la disciplina religiosa, pero su valentía le dio fuerza. Las abstinencias y vigilias, el desprendimiento de todas sus cosas terrenales, la dedicación al estudio, su amor a la oración, que feu siempre su preocupación preferida, y el exacto cumplimiento de la regla, llevaron a los monjes a considerarlo como modelo de perfección.
Una vez ordenado sacerdote, le fueron confiados varios cargos de importancia dentro de su orden, como el de superior en varias casas, provincial y vicario general. Desempeñó los mismos con mucha capacidad, humildad y caridad. Por todas partes reavivó el espíritu de la regla con el ejemplo más que con los discursos.   Cuando quedó vacante la Sede Episcopal de Florencia, la voluntad del Papa era colocar un santo pastor, de manera que escogió a Antonino. Nuestro santo trató de huir y ocultarse con el fín de librarse de tal responsabilidad, pero el Papa le envió dos bulas ordenándole aceptar por obediencia.
En este delicado cargo, Antonino reveló sus extraordinarias cualidades de pastor sabio, prudente, enérgico y ante todo santo. Nada cambió en su vida sencilla y austera. Era trabajador como pocos y de una resistencia y actividad admirables. En sus visitas pastorales usaba la franqueza evangélica, censurando enérgicamente los abusos donde los encontraba.
De este modo abolió el juego de azar en la diócesis, que arruinaba tantas familias. No toleraba la falta de respeto en la casa de Dios y velaba por la santidad del culto divino.   El palacio episcopal estaba abierto para todos, pero eran recibidos con especial atención los pobres. Antonino había ordenado a sus familiares no despedir a ningún pobre antes de que fuera debidamente atendido.   A quienes le aconsejaban que debían descansar, Antonino les decía. " El obispo no debe cuidar su comodidad, sino del bienestar de sus ovejas".
Antonino tenía 70 años cuando su naturaleza sucumbió ante el exceso de trabajo. Falleció en la fiesta de la Ascensión del Señor y su muerte fue lamentada por todo el pueblo. El Papa, al canonizarlo en 1523, estableció su fiesta el día 10 de Mayo.







Oremos  

Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad de San Antonino, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

-------------------------------------------------------------
viernes 10 Mayo 2013

Beato Rebuschini



image

Beato Enrico Rebuschini
En Cremona, en Italia, presbítero de  la Orden de Clérigos Regulares Ministros de los Enfermos (Camilos), que  sirvió con sencillez a los enfermos en sus dolencias. Intercesor para  los depresivos
Nació en Gravedona (Como, norte de Italia) el 28 de abril de 1860,  introducido al comercio, de repente mostró que su naturaleza no se  adaptaba y tenía repugnancia para aquella actividad. Se inscribió en el  colegio lombardo en Roma y estudió teología en la universidad  Gregoriana. A los 26 años tuvo su primera crisis depresiva. Volvió en  familia y por 8 meses estuvo en silencio . De tal crisis Enrique  aprendió a confiar más en la infinita bondad y misericordia de Dios que  sobre sus fuerzas, sus méritos y su perfeccionismo. A los 29 años se  ordenó sacerdote camiliano y, cuando a los 35 le dieron la  responsabilidad educativa (vicemaestro de los novicios y la docencia en  teología), reapareció el espectro de la depresión. Los superiores  decidieron así de destinarlo al hospital civil de Verona como capellán y  aquí halló de nuevo serenidad y equilibrio.

En los sucesivos 32 años trabajó en modo generoso e incansable para sus  enfermos, primero en Veerona y luego en Cremona. Organizó el  voluntariado caritas en hospital y para las visitas a domicilio, fue  ecónomo de la clínica y superior en varias etapas para un total de 12  años, el todo sin ningún problema.
En la noche obscura de su enfermedad depresiva veía como única luz, el  valor del  servicio al enfermo "hasta morir por él". Su empeño llegaba  hasta el extremo de sus fuerzas en el crecer en el amor de Dios:

Yo vivo en cuanto en mi es la vida de Jesús, que es  caridad y luz y junto a la aptitud del servicio no para mí, sino para  mis prójimos y la gloria del corazón de Jesús, no elevar nunca los ojos  sino que para ver en los enfermos el templo de Jesús: yo, su siervo y  esclavo, ruego sin cesar por ellos y tengo hacia ellos el corazón como  hacia el Señor Jesús, consumir el ser mío para dar a mis prójimos la  posesión de Dios, para ellos hacer con el máximo fervor cada una de mis  acciones.


Fue un capellán heroico en el quehacer diario, fue un religioso siempre  fiel a Dios y a los prójimos a él confiados; se distinguió cuando el  hospital de S. Camillo de Cremona en la primera guerra mundial se volvió  hospital militar acogiendo muchos jóvenes heridos que venían del  frente.

A los 73 años escribió que sentía perder las fuerzas, en breve un  resfrío se transformó en bronconeumonia, pidió el Oleo de los enfermos,  el perdón de todos y de rezar por él, en la noche recibe también el  viático luego entra en la oración con los brazos cruzados y en esta  posición murió el 10 de mayo de 1938.








Oremos

Señor Dios todopoderoso, que nos has revelado que el amor a Dios y al prójimo es el compendio de toda tu ley, haz que, imitando la caridad del Beato Enrico Rebuschini, seamos contados un día entre los elegidos de tu reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.


--------------------------------------------------------------------------








viernes 10 Mayo 2013

San Cataldo de Rachau







SAN CATALDO DI RACHAU VESCOVO /



--------------------------------------------------------------------------------------------------------------
viernes 10 Mayo 2013

Beato Iván Merz






--------------------------------------------------------------------------------------------


viernes 10 Mayo 2013

Beata Beatrice









---------------------------------------------------------------------------------------




                    

viernes 10 Mayo 2013

San Amaro





San Amaro, peregrino francés, que después de haber v¡s¡tado el sepulcro de Santiago, se quedó a servir a los enfermos en el hospital de Burgos.
En esta ciudad se le tiene todavía mucha devoción, s. XIII.





-----------------------------------------------------------------------------------------------------

                    

viernes 10 Mayo 2013

San Congal



San Congal, abad irlandés, fundador del monasterio de Bancor, de donde salió un gran número de santos y misioneros, entre los cuales descuella San Columbano, 601.

------------------------------------------------------------
viernes 10 Mayo 2013

Beata Atestina






Beata Beatriz Atestina, de la familia de los condes de Este, que tomó el hábito benedictino en un monasterio de Padua, muriendo a los veinte años, en 1226.



----------------------------------------------------------------------------------------------------------




No hay comentarios:

Publicar un comentario