•lunes
08 Diciembre 2014
Virgen de Caacupe
•NUESTRA
SEÑORA DE LOS MILAGROS
DE CAACUPÉ
PARAGUAY
•En el Paraguay
abundan las bellezas naturales: pero entre esa multitud de dones que sembró la
Providencia en su bondad hacia nosotros, ha de sobresalir Caacupé, la villa de
los milagros rodeada por cerros, arroyos y una prodigiosa vegetación.
•Caacupé es como un
estuche de esmeralda que guarda una preciosa joya: la Virgen de los Milagros,
hasta la cual no cesan de llegar los peregrinos de toda la república, en busca
de consuelo y curas de sus males del espíritu y del cuerpo, o a pagar su deuda
por una u otra salud recuperada.
•En ómnibus,
automóviles, carretas, a caballo y de a pie, todos los Paraguayos hemos ido
siquiera una vez en nuestras vidas a visitar a nuestra Virgencita de Caacupé en
busca de consuelo o para agradecerle alborozados sus divinos
bienes.
Nos cuenta la historia que corría el año 1600.....cuando cierta mañana un grupo
de indios Mbayaes perseguía a un guaraní con intención de darle muerte, tal
vez por pertenecer a otra tribu dominante del área, o tal vez porque el indio
guaraní convertido al cristianismo y era feligrés de los franciscanos, a los
que los Mbayaes temían tanto como al diablo.
Completamente acorralado como estaba y desesperado por la suerte mortal que le
esperaba, el indiecito convertido se escondió detrás de un gran árbol que le
parecía protector. Agazapado y tembloroso, se le iluminó de pronto el recuerdo
de la Inmaculada Concepción, que era la Virgen de su predilección. Entre
súplicas y suspiros, entre miedo y esperanzas, le prometió a la Reina de los
Cielos que si lo libraba de sus injustos y feroces enemigos, le haría una
imagen de la misma madera de aquel árbol.
Milagrosamente, los Mbayaes no lo encontraron en aquel monte y
al caer la noche se vieron obligados a volver a sus tolderias. El indiecito guaraní se vio luego
libre......y no vivió más que para cumplir su promesa.
Esperando un prudencial tiempo, el guaraní vuelve al árbol protector, ya con
sus primitivas herramientas. Desgajó de aquel tronco la madera necesaria para
su propósito, puso a secarla, y pacientemente, con todo el arte de sus manos y
el fervor de su alma, se puso a esculpir dos estatuas de la Virgen: una, mas
grande, destinada a la Iglesia de Tobatí, cercana al lugar, y otra, mas
pequeña, para su devoción particular.
Esta imagen menor es la Virgen de los Milagros que se la venera en la ciudad de
Caacupé; imagen menor que iba a resultar la mayor, por la abundancia de sus
dones y de sus fieles. Según la opinión de los críticos de arte en madera, la
imagen es una creación artística genial
de belleza extraterrena.
•La historia no ha
recogido datos de la imagen mayor, que se supone saqueada por los salvajes Mbayaes. Tampoco se supo mas de aquel indiecito guaraní y cristiano,
pero aunque nunca sepamos a quien deben la fe y la iglesia esa obra de
inspiración divina, nuestra fe nos dice
que ya está desde hace tiempo compartiendo con nuestra Madre Celestial..... y
quien podría negar que no estuviera hoy intercediendo por todos los que estamos
hoy aquí reunidos brindándole este homenaje.
•
Oración a la Virgen
de Caacupé
"Santísima
Madre de Dios y madre nuestra,
desde vuestro Santuario de Caacupé cubrid con vuestro manto protector
a vuestros devotos y a todo el Paraguay.
Interceded por nuestros padres y bienhechores,
por los desvalidos y todos los necesitados de perdón y
misericordia.
Proteged a nuestra Santa Madre la Iglesia
y alcazad luz a los
magistrados para
que hagan justicia y haya paz entre los hombres.
Después de la gracia particular que os pedimos,
alcanzadnos también la gracia
mayor de preservar en nuestra Fe
y en vuestro Amor,
para así merecer la realización de
la promesa que Nuestro Señor Jesucristo
nos hiciera cuando dijo:
"El que persevere hasta el fin se Salvará."
A Vos pues, Madre querida,
clamamos para que nos obtengáis tan singular favor.
Amén."
(Pídase la gracia particular).
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OOOOOOOOOOOOOOOOOOOO
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