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FEBRERO 7 2.013
BOTTICINI FRANCESCO / The Three Archangels With Tobias

Uno de los libros más agradables de la Sagrada
Escritura es el de Tobías. Este santo fue siempre un exacto cumplidor de sus
deberes religiosos. Siendo todavía muy joven, cuando sus familiares se apartaron
de la verdadera religión y empezaron a adorar al becerro de oro, él en cambio
nunca quiso adorar ese ídolo y era el único que en su familia iba en las grandes
fiestas a Jerusalén a adorar al verdadero Dios.
Se casó con una mujer de
su propia religión, llamada Ana, y tuvo un hijo al cual le puso también el
nombre de Tobías. Cuando el pueblo de Israel fue llevado cautivo a Nínive,
Tobías tuvo que ir también allá en destierro, pero allá le concedió Dios la
simpatía de los gobernantes y llegó a ocupar un alto puesto en la administración
del gobierno. Sin embargo, un nuevo rey ordenó la matanza de todos los
israelitas; incluso prohibió su sepultura a fin de que sean los cuervos quienes
comiesen sus cuerpos. Pero Tobías, que era muy piadoso y muy caritativo, se
dedicó de noche a sepultar los cadáveres de sus paisanos.-
Tobías fue
preso de muchos sacrificios y desdichas; pero su entrega generosa y caritativa
hacia los más necesitados, así como su constante oración fueron suficientes para
que el Señor aplaque todos sus males, y que Tobías y toda su familia pronto
gozasen de mucha paz y felicidad.
Esta sublime historia nos presenta el
modelo de la familia cristiana, de la felicidad del hogar, que se encuentra en
Dios, de los privilegios que Él concede a los que confían en su paternal
misericordia. Ninguna pareja de jóvenes cristianos debería llegar al matrimonio
sin haber leído éste libro y meditado el secreto de la dicha envidiable que ésta
santa familia ofrece a la imitación de los que quieren vivir su fe.
El
fin del libro de Tobías es mostrar los caminos de la Divina Providencia que pone
a prueba nuestra fe (I Pedro 1,7), más al fin todo lo convierte en consuelo y
nuevos favores.
Tobías se encuentra cautivo en Nínive, unos 700 años
antes de Jesucristo. Brillan en él extraordinariamente las virtudes de la
religión, la fe en las divinas promesas, la firme esperanza en Dios, que le da
alegría y fortaleza en las pruebas, y la más tierna caridad para con el prójimo.
Tobías, el joven, es un modelo de hijo, lo mismo que su esposa, la joven Sara en
quién se cumplen las palabras de Prov. 19,14: “ casa y riqueza se heredan de los
padres; mas la mujer prudente la da solo el Señor”
En cuanto a la
cuestión de la composición, los dos Tobías mismos parecen ser los autores de
éste libro, ya que en los tres primeros capítulos de los textos griegos y
ciríacos, Tobías habla en primera persona. Ésta opinión se funda también en la
versión griega, que dice en 12,20: “ escribir en un libro todo lo acaecido”. Sin
embargo, muchos expositores creen que el libro, tal como hoy se presenta, fue
redactado en el tiempo en que el hebreo había dejado de ser lengua del
pueblo.
En la Iglesia Católica se cita el libro de Tobías entre los
Libros Sagrados desde la era apostólica
Himno
Cantemos al
Señor con alegría,
unidos a la voz del Pastor
Santo;
demos gracias a Dios, que es luz y
guía,
solícito pastor de su rebaño.
Es su voz y su amor el que nos
llama
en la voz del pastor que él ha
elegido,
es su amor infinito el que nos
ama
en la entrega y amor de este otro
cristo.
Conociendo en la fe su fiel
presencia,
hambrientos de verdad y luz
divina,
sigamos al pastor que es
providencia
de pastos abundantes que son
vida.
Apacienta, Señor, guarda a tus
hijos,
manda siempre a tu mies
trabajadores;
cada aurora, a la puerta del
aprisco,
nos aguarde el amor de tus pastores.
Amén
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