domingo
08 Junio 2014
Beata
Mariam Thresia Chiramel Mankidiyan
Considerada precursora de la Madre Teresa de Calcuta, Thresia, que fue su nombre de pila, nació el 26 de abril de 1876 en Puthenchira, Kerala, India. Después añadió el nombre de Mariam porque fue la respuesta de la Virgen cuando le preguntó qué nombre debía llevar. Era la tercera de cinco hijos de una humilde familia. Podrían haber tenido buenos recursos, pero el abuelo tuvo que hacer frente a cuantiosas dotes para desposar a sus hijos y quedaron en la ruina. Creció con el anhelo de amar a Dios; era tan poderoso que le inducía a abandonar los juegos infantiles para ensimismarse en su presencia. Guiada por su anhelo de imitar a Cristo Redentor, no ahorraba sacrificios. La intensidad de sus oraciones, ayunos y vigilias nocturnas preocuparon a su madre porque afectaban a su salud; vigilaba su alimentación para que fuera la debida, pero ella se las ingeniaba para dar su comida a otros. Tenía gran devoción por María, solía rezar el rosario varias veces al día y escuchaba misa diariamente junto a su madre. Tres de sus amigas de la infancia serían las primeras integrantes de su fundación. A los 12 años perdió a su madre, una mujer de fe y gran corazón que influyó mucho en ella, y eso supuso el fin de su formación académica. Pero su objetivo era llevar una vida de oración y penitencia. Por ello, en 1891 abandonó su casa eligiendo la vida eremítica. Fracasó en su propósito y se insertó en la parroquia. Junto a tres compañeras abrió una fecunda vía caritativa a favor de los pobres y marginados de Kerala. A la par ofrecía sus oraciones y penitencias por la conversión de los pecadores. Y sin duda engrosó el cáliz de su sacrificio con los despiadados ataques del maligno –a veces fueron legiones de demonios– en un intento de apoderarse de su voluntad con multitud de formas distintas. Quisieron mancillar su pureza, inducirla a desesperación, a renunciar a la penitencia, fue golpeada y herida… No se puede entrar aquí en detalles, pero le asaltaban sin darle tregua a lo largo del día y de la noche, fuera cual fuese su quehacer. Recibía la gracia para soportar tantos tormentos con mansedumbre y humildad. También acogía con espíritu victimal lo que sobrevenía de lo alto. Porque ella, como el Padre Pío, recibió los estigmas de la Pasión que mantenía celosamente escondidos debajo de la ropa. Sin embargo, hubo otras manifestaciones que no pudo ocultar. De sus levitaciones fueron testigos numerosas personas. En sus frecuentes éxtasis veía a la Sagrada Familia y a otros santos, como Teresa de Jesús.
Dio cuenta de las torturas
que padecía a su confesor, el Siervo de Dios P. Joseph Vithayathil cuyas indicaciones siguió
a rajatabla. Este sacerdote, nacido en 1865 en Ernakulam, Kerala, había recibido la
ordenación sacerdotal en 1894, y tras pasar por varias parroquias de la
diócesis de Trichur se convirtió en su
director espiritual. La acompañó y orientó apostólicamente. En una de sus
cartas Thresia le dijo: «Dios dará
la vida eterna a los que convierten a los pecadores y los llevan al camino
recto».
En un momento dado, el P. Vithayathil informó al obispo de los fenómenos que le sobrevinieron a la
beata, hechos que fueron particularmente intensos entre 1902 y 1905, pero que
se dilataron hasta 1913. En un primer momento el prelado dudó de la
autenticidad de lo que ella exponía, y fue sometida a numerosos exorcismos. En
1903, en medio de este dolorosísimo proceso, confió al vicario apostólico de Trichur su proyecto de crear una
casa de retiro y oración. Le sugirieron que ingresase en el convento de las
clarisas franciscanas, y después la remitieron a las carmelitas de Ollur. Thresia obedeció, pero se dio
cuenta de que ninguno de estos carismas colmaba su inquietud espiritual, que
tenía otra vocación. Ésta se orientaba a los moribundos, a quienes ya venía
consolando; suplicaba para ellos fortaleza, y buscaba el modo de que murieran en
paz. Cuando el obispo constató que Dios quería suscitar por medio de ella una
nueva fundación, le autorizó a ponerla en marcha. En su decisión pesaron los
diez años transcurridos desde que comenzó a mantenerla en observación. En todos
ellos constató la autenticidad de su vivencia, su visible respuesta llena de
paciencia, humildad y obediencia. El 14 de mayo de 1914 fue erigida
canónicamente la Congregación de la Sagrada Familia. El P. Vithayathil fue cofundador de esta
orden religiosa. Thresia murió el 8 de junio de
1926 como resultado de una caída que le produjo una herida en una pierna,
lesión que no se pudo controlar y se agravó por su diabetes. Juan Pablo II la
beatificó el 9 de abril de 2000. El P. Vithayathil falleció el 8 de junio de 1964. Fue sepultado junto a la
tumba de Thresia, en Kerala.
OOOOOOOOOOOOOO
Santo(s) del día
San
Medardo
Beata Mariam Thresia Chiramel Mankidiyan
Beata Maria Divino Corazón
San Maximino Aix
San Guillermo York
San Gildardo
San Heraclio Sens
San Clodulfo
San Severino Septempeda
San Salustiano
San Victorino Camerino
San Disibodo Maguncia
San Gaudencio Hungría
San Eutropio Valencia
Beata Mariam Thresia Chiramel Mankidiyan
Beata Maria Divino Corazón
San Maximino Aix
San Guillermo York
San Gildardo
San Heraclio Sens
San Clodulfo
San Severino Septempeda
San Salustiano
San Victorino Camerino
San Disibodo Maguncia
San Gaudencio Hungría
San Eutropio Valencia
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