Lunes 15 Octubre 2012
Santa Teresa de Ávila
Santa Teresa
de Ávila
Los escritos de Santa Teresa
subrayan sobre todo el
espíritu
de oración, la manera de practicarlo
y los frutos que produce.
Como la
santa escribió precisamente
en la época en que estaba consagrada
a la difícil
tarea de fundar conventos
de carmelitas reformadas, sus obras, prescindiendo de
su contenido
y naturaleza, dan testimonio de su vigor, laboriosidad y capacidad
de recogimiento.
Escribió el "Camino de Perfección"
para dirigir a sus
religiosas, y el libro
de las "Fundaciones" para alentarlas
y
edificarlas.
En cuanto al "Castillo Interior", se
puede considerar
que lo escribió para
la instrucción de todos los cristianos.
En esta obra se
muestra como verdadera Doctora de la Iglesia.
Los carmelitas, como
la mayoría de
las religiosas, habían decaído mucho
del primer fervor, a
principios del siglo XVI.
Las religiosas podían salir de la clausura con el
menor pretexto, de suerte que
el convento se convirtió en el sitio ideal para
quien deseaba una vida fácil y sin problemas.
Las comunidades eran sumamente
numerosas, lo cual era causa y efecto
de la relajación. Por ejemplo en el
convento de Ávila había 140 religiosas.
Santa Teresa que llevaba ya
25 años de vida religiosa en el convento de la Encarnación de Ávila, emprendió
el reto de llevar a cabo la iluminada idea de fundar una comunidad más reducida
y reformada.
La santa estableció la más estricta clausura y el silencio casi
perpetuo.
El convento carecía de rentas y
reinaba en él la mayor pobreza;
las
religiosas vestían toscos hábitos, usaban sandalias en vez de zapatos
(por ello
se les llamó descalzas)
y estaban obligadas a la perpetua abstinencia de carne.
Santa Teresa no admitió al principio
más que 13 religiosas, pero luego aceptó que
hubiese 21.
En 1567, el superior general de
los carmelitas, Juan
Bautista Rubio (Rossi), visitó el convento de Ávila
y quedó muy satisfecho con
el
trabajo realizado allí por la santa,
así que le concedió a ésta plenos
poderes para fundar otros conventos
del mismo tipo y aun la autorizó a fundar
dos conventos de frailes reformados (carmelitas contemplativos).
Santa Teresa murió en los brazos de
la Beata Ana el 4 de octubre de 1582.
Su
canonización se realizó en 1622.
Señor todopoderoso, que quisiste
que Santa
Teresa, bajo el impulso del Espíritu Santo,
manifestara a tu Iglesia
el camino de la
perfección, haz que encontremos en sus escritos
nuestro
alimento y que encendamos con ellos en
nosotros el deseo de una verdadera
santidad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu hijo.
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