viernes 20 Febrero 2015
San Serapión de Alejandría
San Serapión de
Alejandría, mártir
En Alejandría de Egipto, conmemoración de san Serapión, mártir, que en tiempo del emperador
Decio fue víctima de atroces tormentos y,
después de descoyuntarle todos los miembros, acabó siendo precipitado desde lo
alto de su propia casa.
A Serapión lo prendieron en
su casa, y después de maltratarlo con duros tormentos y de descoyuntarle todos
sus miembros, lo arrojaron de cabeza desde el piso alto. Ni por caminos, ni por
senderos, ni por calles podíamos transitar, ni de noche ni de día, sin que a todas
horas y por todas partes chillaran todos que quien no cantase las palabras
blasfemas debía inmediatamente ser arrastrado y abrasado. Este estado de cosas
se mantuvo boyante por mucho tiempo, mas después que la revuelta se adueñó de
los miserables y la guerra civil volvió contra ellos mismos la crueldad que
antes emplearan con nosotros, pudimos al fin respirar un poco, aprovechando su
falta de tiempo para irritarse con nosotros.
El párrafo pertenece a la misma carta a Fabio de Antioquía que envía Dionisio
de Alejandría, para compartir con la Iglesia antioquena la narración de los
sufrimientos y ayudarla a mantenerse en la auténtica fe. Esta carta, que
Eusebio de Cesarea transcribe muy detalladamente en el
libro VI de su Histroria Eclesiástica, es una fuente
privilegiada y casi única de un testigo contemporáneo y calificado de los
hechos -ya que el propio Dionisio, aunque no murió mártir, padeció en la
persecución-, y nos ha permitido conocer la gesta martirial de muchos cristianos,
como san Metras o santa Apolonia, a quienes hemos celebrado también
en estos días. Con la alusión a la guerra civil se refiere seguramente a la
disputa por el poder entre Decio
y Felipe, zanjada en el año 249 a favor de Decio;
por lo tanto los hechos que narra son anteriores a ese año, de allí la fecha
aproximada del 248 que le asigna el Martirologio. La gran persecución de Decio, en cambio, fue dos años más tarde,
en 250-251.
Hay en el Martirologio Romano otro san Serapión de Alejandría, mártir también, a quien recordamos el 13 de
julio; algunos piensan que se trata de una simple duplicación del de hoy, sin
embargo es citado por varios sinaxarios griegos para el 13 de julio y otras fechas (fue el Card. Baronio
quien lo fijó en esa fecha en el primer Martirologio Romano), y relacionado con
la breve pero intensas persecuciones del emperador Septimio Severo, posiblemente en el año 205.
De momento el Martirologio actual conserva las dos inscripciones como referidas
a personajes distintos. Hay también otros santos del mismo nombre, pero que sea
por la procedencia, sea por la categoría, se diferencian con facilidad del de
hoy.
Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, VI, BAC,
trad. de Argimiro Velasco-Delgado, OP, 2008 (reimpr.); el párrafo citado está en
41,8-9.
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viernes 20 Febrero 2015
San León de Catania
San León
de Catania, obispo
En Catania, de Sicilia, san León, obispo, que se ocupó sobre todo del cuidado
de los pobres.
León nació en Ravena, en el 720. Siendo joven entró en la orden de los monjes
benedictinos y se trasladó a Reggio Calabria. Aquí permaneció hasta que fue
elegido obispo de Catania; se cuenta que los cataneses, debiendo elegir un nuevo obispo,
vieron en sueños a un ángel que les decía que en Reggio Calabria había un
hombre, León, en aroma de santidad, que sería la persona justa para cubrir la
sede de Catania.
En aquellos tiempos, en todo el imperio bizantino estaba vigente la feroz
destrucción de las imágenes religiosas de la herejía «iconoclasta». Quienes no
obedecían el edicto que ordenaba destruir los íconos como signos de idolatría,
eran encarcelados y frecuentemente terminaban en el patíbulo. El obispo de
Catania se opuso abiertamente a las leyes imperiales. Por ello el gobernador
bizantino de Sicilia ordenó el arresto de León, que fue obligado a dejar
Catania y a refugiarse en las montañas. Vagó durante años por las boscosas
cimas del Nebrodi, en las cercanías de Longi y Sinagra, protegido por el pueblo, que veía
en él al fiero opositor a las leyes inicuas del Imperio.
Llegó, finalmente, a Rometta. Aquí, en las cercanas montañas peloritanas, vivió como ermitaño en una cueva
excavada por él mismo. Después de muchos años volvió a Catania, donde reanudó
su tarea de obispo, y la lucha con aun mayor energía contra las leyes
iconoclastas. Murió allí el 20 de febrero del 789.
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viernes 20 Febrero 2015
San Eleuterio de Tournai
San
Eleuterio de Tournal
Este nombre, raro en nuestros días, era muy común en los primeros siglos del
cristianismo, y lo llevan catorce santos, entre los cuales un Papa que gobernó
la Iglesia del año 175 al 189 y que parece murió mártir.
Hoy el Martirologio Romano recuerda a dos obispos con el mismo nombre: San
Eleuterio de Constantinopla, que gobernó a la Iglesia bizantina a comienzos del
siglo II o a fines del siglo V. La fecha es muy imprecisa. EL otro es San
Eleuterio, obispo de Tournai (Bélgica), en donde se le tiene
mucha devoción.
Este santo, muy popular en el norte de Europa, vivió en un periodo sumamente
difícil en la historia de Francia: probablemente nació en el año 456, y murió
en el 531.
Es la época en que la Galia, ya meta de varias migraciones bárbaras, como la de
los Burgundes y la de los Visigodos – convertidos
mal al cristianismo, pues pasaron de la idolatría a la herejía arriana – se
convirtió en tierra de conquista de los Francos del rey Clodoveo. A la
conversión de estos contribuyeron la esposa cristiana, Clotilde, venerada como
santa, el obispo de Reims, San Remigio, y San Eleuterio, elegido obispo de Tournai en el 484, cuando Clodoveo había
hecho de esta ciudad la capital de su reino, antes de emprender la conquista de
la región parisiense.
Aunque no poseamos ningún documento históricamente seguro sobre la actividad de
este santo obispo y sobre su obra misionera, una biografía atribuida a San
Medardo, coetáneo y hasta compañero de juegos en la infancia, cuenta muchas
anécdotas de la vida de San Eleuterio y sobre sus contactos con el rey pagano
Clodoveo. EL mismo Medardo le predijo que un día llegaría a ser obispo, pero
esa profecía equivalía a un augurio de vida difícil, incluyendo el
martirio.
Los pueblos bárbaros, que de las regiones orientales se iban trasladando hacia
las verdes colinas de Francia, no conocían otra autoridad sino la de su rey. A1
obispo de Tournai le correspondió la tarea de sembrar
la palabra de Dios entre un pueblo rudo e idólatra, los Francos, que en el 506
recibirán en masa el bautismo, siguiendo el ejemplo de su rey, después de la
victoria contra los Alemanes de Tolbiac.
Pero el honor de esta abundante mies le corresponderá a San Remigio. En la
catedral de Tournai, meta de numerosas peregrinaciones,
reposan los restos de San Eleuterio, el humilde e infatigable obrero del
Evangelio, que tuvo como campo de trabajo la nueva frontera del cristianismo,
representada por los pueblos bárbaros.
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Santo(s) del día
Beata
Jacinta Marto
San
Tiranión
de Tiro
san
Euquerio
Orleáns
San
Serapión
de Alejandría
San
Eleuterio de Tournai
Santos
Cinco Mártires de Tiro
San
León de Catania
Beato
Desiderio Thérouanne
San
Eleuterio de Tournai
Santa
Paula Ávila
Beata
Julia Rodzinska
San
Posidio
Calamo
San
Ulrico
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jueves 19 Febrero 2015
Beato Álvaro de Zamora de
Córdoba
Álvaro de Córdoba, el beato, nació a mediados del siglo XIV, en Zamora (1360?)
y murió en Córdoba el año 1430. Perteneció a la noble familia
Cardona.
Entró en el convento dominico de S. Pedro en Córdoba, en el año 1368. Fue un
famoso y ardiente predicador, y con su ejemplo y sus obras, contribuyó a la
reforma de la Orden, iniciada por el Beato Raimundo de Capua y sus discípulos.
Después de volver de una peregrinación a Tierra Santa, quedó impactado en el
corazón por el doloroso Camino del Calvario, recorrido por nuestro
Salvador.
Deseoso de vivir una existencia en soledad y perfección, donde poder templar el
espíritu para un apostolado más provechoso, con el favor del rey D. Juan II de
Castilla, del que era su confesor, pudo fundar a tres millas de Córdoba el
famoso y observante convento de Sto. Domingo Escalaceli (Escalera del Cielo), donde había
varios oratorios que reproducían la “vía dolorosa”, por él venerada en
Jerusalén. Esta sagrada representación fue imitada en otros conventos, dando
origen a la devoción tan bella del “Vía Crucis”, apreciadísima en la piedad
cristiana.
De noche, se retiraba a una gruta distante del convento donde, a imitación de
su Sto. Padre Domingo, oraba y se flagelaba. Con el tiempo, ésta se convirtió
en meta de peregrinaciones para los fieles. Poseía el don de profecía y obró
milagros.
Murió el 19 de febrero de 1430 y fue sepultado en su
convento.
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jueves 19 Febrero 2015
Beato José
Zaplata, religioso
y mártir
En el campo de concentración de Dachau,
cercano a Munich, en Alemania, beato José Zaplata, religioso de la Compañía Misionera
del Sagrado Corazón de Jesús y mártir, que, condenado a un atroz
encarcelamiento por razón de su fe, enfermó gravemente y consumó su
martirio.
Era hijo de José y María, agricultores, y nació el 5 de marzo de 1904 en Jerka (Polonia). Los escasos medios de su
familia no le permitieron otra cosa que hacer los estudios elementales. Joven
piadoso y puro, en cuanto terminó el servicio militar ingresó en la
Congregación de Hermanos del Santísimo Corazón de Jesús, haciendo en Poznam la primera profesión el 8 de
septiembre de 1928 y diez años más tarde, el 10 de marzo de 1938, la profesión
solemne. Trabajó en la curia episcopal de Poznam
a las órdenes del cardenal primado Augusto Hlond.
Pasó luego a Lvov, donde trabajó como sacristán en la iglesia de Santa Isabel,
siendo al mismo tiempo superior de su comunidad
religiosa.
Ocupada Poznam por los nazis, fue arrestado, y en
agosto de 1940 fue enviado al campo de concentración de Mauthausen, del que pasó a Gusen, y el 8 de diciembre del mismo año
al de Dachau. En febrero de 1945 se declaró en el
campo una epidemia de tifus, y los enfermos fueron aislados en barracones. José
fue consciente de que ofrecerse a cuidarlos era exponerse a la muerte, pero
llevado de su caridad se ofreció. Solamente duró diez días, al cabo de los
cuales se contagió, y murió del tifus el 19 de febrero de 1945. El papa Juan
Pablo II lo beatificó como mártir el 13 de junio de 1999.
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jueves 19 Febrero 2015
San Auxibio de Roma
Obispo
Auxibio nació en Roma, de padres idólatras y
tenía carácter dulce y honesto. Para asegurarle un puesto en el desempeño de
los cargos públicos, su padre quiso que contrajera un matrimonio ventajoso,
pero el santo tenía otros propósitos y pensaba en hacerse cristiano, huyendo de
la ciudad y embarcándose en secreto hacia la isla de
Chipre.
En dicho lugar, Auxibio encontró a Juan Marcos, pariente de
San Bernabé quien lo bautizó, confirmó y lo instruyó sobre como predicar para
luego ordenarlo sacerdote y obispo. Juan Marco le confió también la misión de
predicar en la ciudad de Soles, donde fue acogido favorablemente por un
sacerdote de Júpiter, a quien lo edificó con su vida santa, hasta llegar a
convertirlo.
El Apóstol Pablo supo por Juan Marcos los progresos que hacía la fe en Chipre y
le confió a Heracles el poder de instituir más obispo y de construir una nueva
Iglesia. Auxibio empezó a predicar la fe en pleno día
y luego de la construcción y consagración del nuevo edificio, comenzó su obra
de apostolado a la vista de todos.
La gracia de Dios lo sostuvo y los milagros corroboraron su predicación de modo
que llegó a formar en Soles una comunidad cristiana floreciente. Después de un
episcopado de 50 años, Auxibio sintió que se aproximaba su fin y
reunió a su clero y los exhortó a permanecer firme en la
fe.
Oremos
Señor, tú que colocaste a San Auxibio
en el número de los santos pastores y lo hiciste brillar por el ardor de la
caridad y de aquella fe que vence al mundo, haz que también nosotros, por su
intercesión, perseveremos firmes en la fe y arraigados en el amor y merezcamos
así participar de su gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
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Santo(s) del día
Beato
José Zaplata
Beato Álvaro
de Zamora de Córdoba
San
Gabino de Lacio
San
Auxibio
de Roma
Beato
Álvaro de Córdoba
San
Quodvultdeus
de Cartago
Santos
monjes de Palestina
San
Jorge de Vabres
San
Proclo
de Bisignano
San
Barbado de Benevento
San
Mansueto
de Milán
San
Bonifacio de Lausana
Beato
Conrado Confalonieri
Beato
Álvaro de Córdoba
Beata
Isabel Picenardi
Santa
Lucía Yi
Zhenmei
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miércoles 18 Febrero 2015
Santa
Gertrudis Comensoli, virgen y fundadora
En Bérgamo, en Italia, santa Gertrudis (Catalina) Comensoli, virgen, que fundó una congregación
de religiosas para la adoración del Santísimo Sacramento y la educación de la
juventud.
Nació en Bienno, Val Camónica (Brescia, Italia) el 18 de enero de
1847. Era la quinta de diez hermanos. La divina providencia fue marcando los
pasos de esta fundadora que quiso cumplir la voluntad de Dios ante todo.
Seguramente los cimientos de su fe, fraguados dentro de su ejemplar familia,
introdujeron en su infancia la tendencia a la oración.
Sin atisbo de puerilidad, y en su inocencia, cuando la veían en estado
meditativo y preguntaban qué hacía, respondía: «Pienso». Pero sus reflexiones calaron en
ella de tal modo que antes de cumplir 7 años se las arregló para tomar por su
cuenta el Cuerpo de Cristo, ataviada con un chal de su madre y amparada por la
balaustrada del altar, oportuno parapeto que le permitió alcanzar su sueño. Se
entiende que después escribiera:«No permitas, Jesús, jamás, que yo viva ni
un solo instante sin amarte, sin corresponder a tu amor…».
La formación catequética y la luz que le dieron sus confesores inflamó su
espíritu despertando en él una ardiente devoción por el Santísimo
Sacramento. «¡Jesús, amarte y hacer que te amen!», fue el lema que brotó de su
interior en la infancia. Enardecida de amor, todo le parecía poco para
Él: «Estoy dispuesta a sufrir todo aquello que tu bondad me hará
padecer en expiación de mis grandes pecados y por la salvación de las almas». «Señor, si te
parece bien, dame todas las enfermedades que quieras. Hazme morir, aniquílame
para que yo pueda amarte y hacerte amar».
No cabía otra cosa en su corazón que este ferviente anhelo: «Mi amor
Sacramentado, ¡Tú sabes que no tengo otra consolación que verte
solemnemente expuesto sobre tu trono de amor!».Son sentimientos que solamente
comprenden espíritus sensibles, abiertos a la gracia divina y dispuestos a
alcanzar la perfección sin poner cota a cualquier sacrificio.
Buscando la vía para su consagración, ingresó en el Instituto de Hijas de la
Caridad, de Lovere (Brescia). Pero la enfermedad la
apartó de este camino. El revés económico de su familia la empujó a servir como
empleada doméstica para el párroco de Chiari,
Giovanni Baptista Rota, y cuando éste fue designado obispo de Lodi, trabajó
para la condesa Fè-Vitali, asistiéndola en el cuidado de su
hijo recién nacido. Permaneció a su lado en San Gervasio (Bérgamo) doce años.
En ese periodo, su inteligencia y tesón hicieron de ella una persona madura
humana, cultural y espiritualmente. En 1878 efectuó consagración perpetua de su
virginidad de forma privada y con permiso de su confesor.
Su inclinación a la enseñanza de las jóvenes y de los enfermos en San Gervasio,
que simultaneó con su trabajo, la incitaba a crear una fundación dedicada a
ellos. Confió este anhelo al obispo de Bérgamo, huésped de la condesa, y el
prelado la animó. León XIII le sugirió que vinculara adoración, su idea
inicial, a la educación de las jóvenes obreras. El hecho se materializó al
encontrarse con el P. Francisco Spinelli, que actuó como catalizador del proyecto en una época en la
que era vedada a las mujeres la administración y gestión, por considerar que no
estaban capacitadas para ello.
El Instituto se fundó el 15 de diciembre de 1882 en Bérgamo. Pero un problema
económico separó a Gertrudis del P. Spinelli, y la fundación se bifurcó en dos. El 18 de enero de 1889
anotó sus sentimientos: «Este es el día de la terrible catástrofe
mi Jesús, de aquí a pocos minutos estarán aquí, vienen a clausurar todo...
sustentadme en la dura prueba, ayudadme por caridad. Los hombres clausuran
nuestras cosas. Vos sellad mi corazón dentro de vuestro dulce y amable corazón,
ya no me sacaréis… siempre tenedme con vos, mi querido Jesús, hágase tu
voluntad. Amén».
Y el Instituto se revitalizó, renaciendo a fuerza de oración y fe, de mucho
sufrimiento aceptado humildemente que hizo que Gertrudis y las monjas
trabajasen denodadamente para mantenerlo en pie.
El obispo de Lodi, en cuya familia había prestado servicios domésticos la
santa, les ayudó. ¡Designios de la providencia! Además, la recomendación de
tutela de esta fundación por parte del obispo de Bérgamo a Mons. Rota fue
definitiva para el reconocimiento de la misma que se produjo en 1891. En marzo
de 1892 todas regresaron a esta ciudad. Y la fundadora aún dispuso de unos años
para seguir alentando a sus hijas a la vivencia de la oración, la humildad, la
obediencia y disponibilidad, virtudes que signaron también su quehacer, además
de impulsar nuevas casas. Más de una veintena estaban en marcha cuando murió el
18 de febrero de 1903.
Juan Pablo II la beatificó el 1 de octubre de 1989, y fue canonizada el 26 de
abril de 2009 por Benedicto XVI.
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miércoles 18 Febrero 2015
Santa Bernardette nació el 7 de enero, de 1844 en el
pequeño pueblo de Lourdes, en las hermosas montañas de los Pirineos
franceses. En su bautismo le pusieron el nombre de Marie-Bernard, pero
desde pequeña la llamaban por el diminutivo "Bernardette".
Su padre Francisco era un hombre honesto y recto pero no muy capaz en los
negocios. Trabajó como molinero para los Casterot, una familia acomodada. Vivía con su familia en el molino de
Boly. Su madre, Luisa Casterot, se casó a los 16 años. Se pensaba
que así su futuro estaría asegurado pero las cosas no resultaron de esa
manera. Cuando los clientes venían a moler su trigo, la joven pareja les
servía una comida completa. Esto podía hacerse en tiempos de abundancia,
pero llegó a hacer crisis en tiempos de estrechez.
Las deudas forzaron a los Soubirous a dejar el molino y albergarse en una celda, propiedad de un
primo de Francisco, que había sido parte de una prisión. En un solo cuarto
vivían los seis, el padre, la madre y los cuatro hijos. Los mayores eran las
mujeres, Bernardette la primera, después de ella venía Toinette (dos años y medio más joven), y
luego los dos varones, Jean-Marie y Justin. Para conseguir el
escaso pan para los niños, Francisco y Luisa tomaban todo tipo de trabajos que
podían encontrar.
Cuando nació Bernardette la familia todavía tenía recursos.
Una prueba de ello es que la niña fue confiada a una nodriza por seis meses. La
nodriza, llamada Marie Avarant y de casada Lagues, vivía en Bartres, en el campo a 5 millas de
Lourdes. Marie Lagues amamantó a Bernardette por 15 meses, desde junio de 1844 a
octubre de 1845. De acuerdo con la costumbre ambas familias quedaron muy unidas
entre sí.
Las dificultades económicas de la familia Soubirous dio oportunidad a Marie para pedir hacerse cargo de Bernardette. El pretexto fue que le ayudase con
otros niños, pero en realidad la quería para el pastoreo de ovejas. Quedó así
como una pastorcita contratada aunque sin paga.
Al ir a Bartres le prometieron que podría prepararse
con el sacerdote del lugar para hacer su Primera Comunión. Tenía casi 14 años y
era la única niña de su edad en Lourdes que no la había recibido. Pero al
ver que era muy buena en su trabajo, la obligaban a pasar más tiempo cuidando
las ovejas, lo que no le permitía asistir a las clases de catecismo. Los
dos niños de la familia donde vivía se marchaban todas las mañanas a las clases
de catecismo, mientras a ella le exigían marcharse al campo a pastorear. Esto
le dolía mucho en su corazón.
Ha surgido un interrogante sobre la inteligencia de Bernardette. Muchos sugieren que no era
inteligente. Es cierto que ella aprendía con dificultad y hasta ella misma
decía que tenía "mala cabeza", queriendo decir que tenía poca
memoria. Al habérsele negado la posibilidad de estudiar, Bernardette, a los 13 años de edad, todavía no
sabía ni leer ni escribir. El maestro Jean Barbet,
quién en una ocasión le dio clases de catecismo, decía de ella: "Bernardette tiene dificultad en retener las
palabras del catecismo porque no puede estudiarlas, ya que no sabe leer, pero
ella hace un gran esfuerzo en comprender el sentido de las explicaciones. Aún
mas, ella es muy atenta y, especialmente, muy piadosa y modesta". Sin
duda Bernardita había sabido cultivar un gran tesoro de Dios: un corazón
adornado de las mas bellas virtudes cristianas: inocencia, amabilidad, bondad,
caridad y dulzura.
El sacerdote de Bartres, Abbé
Arder, si bien se marchó a un monasterio poco después que llegara Bernardette, en los pocos contactos que
tuvo con ella pudo captar la excelencia de su corazón. El tenía mucha fe en las
apariciones de La Salette(1846), ocurridas once años atrás y
así comparaba a Bernardette con los niños de La Salette.
Decía: "Ella me parece una flor toda envuelta con perfume divino. Yo
le aseguro que en muchas ocasiones cuando la he visto, he pensado en los niños
de La Salette. Ciertamente, si la Santísima Virgen
se le apareció a Maximino y a Melania, lo hizo en orden a que ellos se
convirtieran en simples y piadosos como ella."
Ni la ignorancia, ni la pobreza, ni el aspecto enfermizo de Bernardette le previnieron de apreciar en ella
la simplicidad y la piedad.
Decía el Sacerdote en una ocasión: "Mira a esta pequeña. Cuando la Virgen
Santísima quiere aparecerse en la tierra, ella escoge niños como
esta"
Sus palabras fueron proféticas ya que a los pocos meses la Virgen se le
comienza a aparecer en la gruta de Massabielle, cerca de Lourdes.
Cuando Bernardette vio que su deseo de prepararse para
recibir la Comunión no era posible en Bartres,
le pidió a María Lagues que le permitiera ir a Lourdes donde
insistió a sus padres que le concedieran regresar a casa. Quería recibir
la Primera Comunión y tendría que empezar las clases de catecismo
inmediatamente quería recibirla en 1858. Sus padres accedieron y regresó a
Lourdes el 28 de enero, de 1858, solo 14 días antes de la primera aparición de
la Virgen.
Es importante, por lo tanto, comprender la razón por la que Bernardette se encontraba en Lourdes cuando
tenía 14 años y comenzaron las apariciones: ella buscaba con todo su corazón
recibir la Santa Comunión. Las Virgen visita a un alma muy pura llena de amor
por su Hijo, un alma dispuesta a cualquier sacrificio para llevar a cabo la
obra de Dios. Bernardette, al verse impedida de recibir la
comunión, recurre a la Virgen, reza diariamente el rosario y la Virgen le abre
las puertas. La Virgen sabe que puede confiar en ella el trascendente
mensaje que desea comunicar al mundo.
Enséñanos a creer
como Tú has creído.
Enséñanos a amar a Dios
y a nuestros hermanos
como Tú los has amado.
Haz que nuestro amor
hacia los demás sea siempre
paciente, benigno y respetuoso.
¡Oh Virgen Santísima de Lourdes,
míranos clemente en esta hora!
-Juan Pablo II
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Santo(s) del día
Santa
Bernardita Soubirous
Santa
Gertrudis (Caterina) Comensoli
San
Sadoth
de Beth
Lapat
San
Eladio de Toledo
San
Simeón Jerusalén
San
Tarasio
de Constantinopla
San
Angilberto
de Céntula
San
Teotonio
de Coimbra
Beato
Juan de Fiésole
San
Lorenzo Florencia
Beato
Guillermo Harrington
Beato
Juan Pibush
San
Francisco Régis
Clet
San
Juan Pedro Néel
Beato
Jorge Kaszyra
San
Beato de Liébana
Beato
Juan de Fiésole
San
Simeón Obispo
San
Eladio de Toledo
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