domingo
31 Agosto 2014
San Ramón Nonato
San Ramón Nonato, religioso
En Cardona, de Cataluña,
san Ramón Nonato, que fue uno de los primeros compañeros de san Pedro Nolasco
en la Orden de Nuestra Señora de la Merced, y es tradición que, por el nombre
de Cristo, sufrió mucho para la redención de los cautivos.
patronazgo: patrono de las mujeres embarazadas, madres lactantes y
niños, protector de los inocentes injustamente acusados, para pedir un parto
feliz, y contra la fiebre puerperal.
refieren a este santo: San Serapión
Cardenal. Año 1240.
Se le llama Nonato
(no-nacido) porque nació después de morir su madre. Ella murió al dar a luz.
Después de la muerte le hicieron cesárea para que el niño pudiera
nacer. San Ramón nació en Cataluña, España, en 1204. Muy joven
entró en la Congregación de Padres Mercedarios que se dedicaban a rescatar
cautivos que los mahometanos habían llevado presos a Arget.
Lo recibió el mismo San
Pedro Nolasco, fundador de la comunidad. Pocos años después de
haber entrado de religioso fue enviado con una gran cantidad de dinero a
rescatar a los católicos que estaban esclavizados por los musulmanes en África.
Allá gastó todo el dinero en conseguir la libertad de muchos cristianos y
enviarlos otra vez a su patria, de donde habían sido llevados secuestrados por
los enemigos de nuestra religión.
Cuando se le acabó el
dinero se ofreció el mismo a quedarse como esclavo, con tal de que libertaran a
algunos católicos que estaban en grave peligro de perder su fe y su religión
por causa de los atroces castigos que los mahometanos les infligían.
Como entre los musulmanes está absolutamente prohibido hablar de la religión
católica, y Ramón se dedicó a instruir en la religión a sus compañeros de
esclavitud y aun hasta a algunos mahometanos, le dieron terribles tormentos y
lo azotaron muchas veces hasta dejarlo casi muerto.
Y al fin, como no se
callaba, le amarraron la cara a una correa a la cual le echaron candado, para
que no pudiera hablar, y no abrían el candado sino cuando iba a
comer. El jefe musulmán, con la esperanza de que Ramón volviera a
España y le llevara más dinero para rescatar cristianos, lo dejó en libertad.
Pero se dedicó a hablar de nuestra religión a cuantas más personas podía. Esto
hizo arder en cólera a los mahometanos y lo volvieron a encarcelar y a
atormentar.
San Pedro Nolasco envió a
algunos de sus religiosos con una fuerte suma de dinero y pagaron su rescate y
por orden de sus superiores volvió a España. Como premio de tantos
heroísmos, el sumo Pontífice Gregorio IX lo nombró Cardenal. Pero San Ramón
siguió viviendo humildemente como si fuera un pobre e ignorado
religioso.- El Santo Padre lo llamó a Roma para que le colaborara
en la dirección de la Iglesia, y el humilde Cardenal emprendió el largo viaje a
pie. Pero por el camino lo atacaron unas altísimas fiebres y murió.
Era el año 1240. Apenas
tenía 36 años. Pero había sufrido y trabajado muy intensamente, y se había
ganado una gran corona para el cielo. A San Ramón le rezan las
mujeres que van a tener un hijo, para que les conceda la gracia de dar a luz
sin peligro ni tormentos.
Oremos
Tú, Señor, que concediste a San Ramón Nonato el don de imitar con fidelidad a Cristo pobre y humilde, concédenos también a nosotros, por intercesión de este santo, la gracia de que, viviendo fielmente nuestra vocación, tendamos hacia la perfección que nos propones en la persona de tu Hijo. Que vive y reina contigo.
ooooooooooooo
domingo
31 Agosto 2014
Santo Dominguito de Val
Nació este niño en Zaragoza, España, y por sus especiales cualidades de gran piedad y pureza y por su hermosa voz, fue admitido como acólito y cantor de la catedral. Cada día iba de su casa al templo a ayudar a misa, a aprender cantos y a estudiar en la escuela parroquial. En su viaje de ida y vuelta tenía que pasar por entre un barrio de estrechas callejuelas, y algunos de quienes allí habitaban se disgustaban mucho cuando Domingo y sus compañeros cantaban canciones a Cristo por las calles, al pasar por allí.
Y dice las antiguas
tradiciones que un adivino anunció que si echaban a las aguas del río el
corazón de un cristiano y una hostia consagrada, todos los seguidores de Cristo
que bebieran de esas aguas morirían. Entonces algunos de aquellos fanáticos valiédose de tretas consiguieron una
hostia consgrada. Luego fueron donde un
hombre muy pobre que estaba pasando mucha hambre y le ofrecieron una bolsa de
oro si les entregaba el corazón de un niño cristiano, pero lo que les dio ese
hombre, a cambio de la bolsa de oro, fue el corazón de un cerdo (el cual es muy
parecido al del ser humano) a cambio de la bolsa de oro.
Y siguen diciendo las
crónicas que aquellos fanáticos echaron el corazón del cerdo y la santa hostia
consagrada, al río que pasaba por la ciudad, y que a los pocos días se produjo
una terrible epidemia entre los cerdos de los alrededores y muchos murieron. Y
con esto se dieron cuenta los criminales de que el hombre del corazón los había
engañado. Entonces se propusieron conseguir ellos personalmente el corazón de
un niño cristiano para no equivocarse.
Ya habían obtenido de manos
de un sacristán una santa Hostia consagrada, y entonces el Viernes Santo se
propusieron sacrificar a un niño repitiendo los tormentos con los cuales en
otro tiempo otros crueles hombres mataron a Jesucristo.
Y pasaba Dominguito del Val
con su sotana de acólito y de pequeño cantor por enfrente de una de aquellas
casas, cuando de pronto, sin tener tiempo ni siquiera de lanzar un grito, unas
manotas grandes lo toman por el cuello y le cubren el rostro con un manto,
tapándole la boca con una tela para que no pueda pronunciar palabra.
Temblando de pavor por lo
que le pueda suceder, siente que lo llevan ante un "tribunal". Le
preguntan si persiste en querer seguir siendo seguidor de Cristo, y él exclama
que sí, que prefiere la muerte antes que ser traidor a la religión de Nuestro
Señor Jesús. Entonces le declaran sentencia a muerte, y así con sus vestidos de
acólito y cantor lo crucifican.
Le sacaron el corazón y
enviaron a uno de los del grupo para que se fuera con la Hostia Consagrada y el
corazón del niño y los arrojara al río para que todos los cristianos que de
allí bebieran se murieran. Pero no imaginaban lo que ahora les iba a suceder.
El que llevaba los dos
tesoros para echarlos al río, para que nadie sospechara de él, dispuso entrar a
un templo y simular que estaba rezando. Y he aquí que de rodillas allí en una
banca, abrió el libro donde llevaba la Santa Hostia. Pero unas señoras que
estaban allí cerca vieron con admiración que de aquel libro salían
resplandores. Se imaginaron que ese hombre debería ser un santo y fuero a
comunicar el prodigio a los sacerdotes. Llegaron estos y le pidieron que les
mostrara el libro y allí encontraron la Hostia Consagrada. Luego llamaron a las
autoridades y estas al revisarlo le encontraron el corazón del niño.
Aquel bandido al verse
descubierto se llenó de pavor y propuso que si no lo mataban denunciaría a
todos los que habían cometido el crimen. Y así lo hizo. Las autoridades fueron
a la casa de los asesinos y los apresaron a todos, y murieron en la horca semejantes
criminales (menos el que los denunció, que pagó su pecado con cadena
perpetua).
Y desde entonces Dominguito
del Val ha sido invocado como patrono de los acólitos o monaguillos y de los
pequeños cantores (modernamente se le invoca junto a otro Patrono de estos
niños que es Santo Domingo Savio
que también fue pequeño cantor y monaguillo).
En estas líneas hemos
narrado la historia - leyenda de este santo, sin mencionar razas o creencias de
los asesinos, pues siempre es justo que el culpable cargue con su culpa, pero
esta no puede ser cargada por aquellos que no son culpables, o lo que es lo
mismo: es posible que una persona cargue con la culpa pero aquella no puede ser
endosada a todo un pueblo.
Usualmente se identifica a
los mentalizadores del martirio de Dominguito
de Val como miembros del pueblo judío, no existe ningún dato que confirme esta
creencia. El pueblo católico no debe aceptar insinuaciones xenofóbicas de
ningún tipo y mucho menos con los miembros del pueblo en el que nacieron Jesús,
la Virgen María y todos los Apóstoles, odiar a los hijos de Israel sería no
amar a Cristo y a su Iglesia.
Los cristianos debemos amar
a todos los pueblos y naciones, repetimos lo dicho ya: es posible que una
persona cargue con la culpa pero aquella no puede ser endosada a todo un
pueblo.
OOOOOOOOOOO
domingo
31 Agosto 2014
Beato Pere Tarrés
Beato Pere Tarrés i Claret, presbítero
En Barcelona, España, beato
Pere Tarrés i Claret, presbítero.
Pere Tarrés i Claret nace el 30 de mayo de 1905
en Manresa, provincia de Barcelona, en España. Sus padres, Francesc Tarrés Puigdellívol y Carme Claret Masats, eran creyentes y
ejemplares; tienen otras dos hijas, Francisca y María. Pere es bautizado el 4
de junio en la parroquia de la Virgen del Carmen. La familia realiza frecuentes
traslados (Badalona, Mataró, Barcelona) a causa del trabajo del padre (mecánico);
en Badalona Pere es confirmado el 31 de mayo de 1910. Alumno de los Padre
escolapios recibe la primera comunión el 1 de mayo de 1913. En 1914 la familia
retorna a Manresa y Pere estudia con los padres jesuitas. Adolescente de
carácter alegre y abierto, cariñoso con sus padres y hermanas, amante de la
naturaleza, contemplativo, místico con alma de poeta. Habitualmente ayuda en la
farmacia del Sr. Josep Balaguer, quien lo encamina hacia la continuación de los
estudios.
Obtiene una beca de
estudios que le permite concluir el bachiller en el colegio de San Ignacio. Con
otra beca de estudios, obtenida con la ayuda de algunos médicos que lo
estimaban, puede acceder a la Facultad de Medicina de la Universidad de
Barcelona. Desde 1921 vive en el barrio popular de Gracia, donde participa del
Oratorio de San Felipe Neri y allí, desde 1922 a 1936,
es hijo espiritual del P. Jaume Serra. Es miembro de la Federaciò Jovens Cristians con ardiente celo
apostólico. La Federaciò es Acción Católica (A.C.)
como el Papa Pío XI la proponía entonces: oración, estudio y acción, bajo la
dirección de la jerarquía local. Pere cubre encargos en la Federaciò y en la A. C.
contemporáneamente. Para Pere el secreto de la vida espiritual de los
militantes está en la devoción eucarística y el amor filial a la Madre de Dios.
En julio de 1925 muere su
padre y poco tiempo después su madre sufre un accidente que la deja inválida.
En la Navidad de 1927, estando en Monistrol de Calders, hace el voto de castidad
con la aprobación de su director espiritual. En 1928, después de haber
concluido la carrera de Medicina (con premio extraordinario), se establece
definitivamente en Barcelona. Durante este período sus hermanas ingresan en el
convento de las Concepcionistas. Junto con su compañero, Dr. Gerardo Manresa,
funda el sanatorio-clínica de Nuestra Señora de la Merced de Barcelona.
Durante el ejercicio de su
profesión de médico es ejemplar en la caridad y en la vida de piedad; jamás
pierde aquella alegría contagiosa que le permite tratar con respetuosa
familiaridad a los enfermos. El 8 de julio de 1936 se traslada al Monasterio de
Monserrat para realizar los
ejercicios espirituales, que son interrumpidos el día 21 por el «alzamiento
nacional»; Pere se traslada a la Generalitat y logra obtener la tutela de la
policía para preservar la integridad del Monasterio de la barbarie de los
anárquicos. Refugiado en Barcelona lleva, a escondidas, la comunión a los
perseguidos por los milicianos rojos y logra escapar a una pesquisa realizada
en su casa.
En julio de 1938 debe
enrolarse en el ejército republicano como médico. Gracias a su coraje y
dedicación los mismos soldados piden su promoción a capitán del ejército.
Dedicaba parte de su tiempo al estudio del latín y de la filosofía, en
preparación a sus futuros estudios sacerdotales y no pierde ocasión de
manifestar su fe. En enero de 1939 retorna a su casa del frente de guerra. El
26 de enero de 1939 se rinde Barcelona al ejército nacional. Integrado en la
vida normal continua su actividad de médico, cubre algunos encargos en la A.C.
y se prepara para ingresar en el Seminario de Barcelona, lo que tendrá lugar el
29 de setiembre de 1939.
En 1941, año en el cual
muere su madre, recibe las órdenes menores (20 de diciembre) y al año siguiente
el diaconado (22 de marzo de 1942). Ordenado presbítero el 30 de mayo de 1942
el obispo lo designa coadjutor (vicario) de la parroquia de San Esteban de Sesrovires el 3 de junio. En 1943,
por deseo del Obispo, va a estudiar a la Universidad Pontificia de Salamanca
donde obtiene la Licencia en Teología el 13 de noviembre de 1944. A su retorno
a Barcelona recibe los siguientes nombramientos pastorales: vice-asistente
diocesano de los jóvenes de la A.C., asistente del centro parroquial de las
mujeres y de las jóvenes de A.C. de la parroquia de San Vicente de Sarriá
(1944), capellán de la comunidad y del colegio de las Hermanas Franciscanas de
la Inmaculada Concepción (1945).
En las distintas obras
apostólicas que le encargan no le faltan dificultades que lo hacen sufrir, pero
él sabe responder con actitudes evangélicas de caridad, prudencia y fortaleza
sembrando desde la cruz la tierra de su apostolado. El 17 de noviembre de 1945
escribe en su Diario que se siente sumergido en el océano del apostolado, como
había soñado por tanto tiempo, con el mismo fuego y entusiasmo que, desde
laico, sintió por la Federaciò. Antes de morir expresará
su alegría por el apostolado en la A.C. femenina de Sarriá, afirmando: «Yo soy
hijo de obreros. En el cielo trabajaré mucho por todas Uds.»
El 17 de mayo de 1950 le
realizaron una biopsia cuyo diagnóstico fue linfosarcoma linfoblástico. Tarrés vivió su enfermedad con
una actitud de total abandono en Dios y ofreciendo su vida por la santificación
de los sacerdotes. El 31 de agosto de 1950, a los 45 años, moría en la Clínica
que había fundado. Fue sepultado en el cementerio de Montjuic. El 6 de noviembre de 1975
sus restos mortales fueron trasladados a la iglesia parroquial de San Vicente
de Sarriá, donde aún reposan. Fue beatificado por SS Juan Pablo II el 5 de
septiembre de 2004.
fuente: Vaticano
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Santo(s) del día
San
Ramón Nonato
Beato Pere Tarrés
Santo Dominguito de Val
San Dominguito del Val
San Arístides de Grecia
San Paulino de Tréveris
San Robustiano Marcos
Santos Teódoto Cesarea
San Optato Auxerre
San Aidano de Lindisfarne
San Amado Nusco
San Bonayunta de Florencia
San Formerio Bañares
Santo José de Arimatea
Beato Andrés de Borgo Sansepolcro
Beato Edmigio Primo Rodríguez
Beato Pere Tarrés
Santo Dominguito de Val
San Dominguito del Val
San Arístides de Grecia
San Paulino de Tréveris
San Robustiano Marcos
Santos Teódoto Cesarea
San Optato Auxerre
San Aidano de Lindisfarne
San Amado Nusco
San Bonayunta de Florencia
San Formerio Bañares
Santo José de Arimatea
Beato Andrés de Borgo Sansepolcro
Beato Edmigio Primo Rodríguez
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